La actriz Katherine Porto ha decidido hablar sin filtros en su primer libro, “Microdosis de amor propio”, publicado por Penguin. En sus páginas, reflexiona sobre el desamor, la maternidad, la riqueza, la pobreza y, por supuesto, las lecciones que ha aprendido a punta de tropiezos (y algunas relaciones que mejor olvidar).
En una reciente entrevista para Claro Oscuro, el formato de video de El Espectador, soltó una frase que ha hecho eco en redes sociales: “Ya no estoy dispuesta a rehabilitar gamines”. Una declaración que, traducida al lenguaje del amor propio, significa que se acabaron los tiempos de ser la terapeuta, salvadora y madre sustituta de parejas con problemas emocionales no resueltos.
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El camino de Porto: de la oscuridad al amor propio
Pero el libro de Katherine no solo habla de relaciones tóxicas. También aborda un momento muy difícil de su vida: su lucha contra la depresión y un intento de suicidio en su juventud. La actriz confiesa que llegó a un punto en el que no veía salida, pero logró encontrar una nueva oportunidad en el camino del autoconocimiento.
Entre las páginas de Microdosis de amor propio, Porto comparte con honestidad las lecciones que la ayudaron a reconstruirse. ¿Su gran mensaje? Primero hay que salvarse a uno mismo antes de intentar salvar a los demás (y sí, eso incluye evitar a los “gamines emocionales”).
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