María Elvira, ¿qué te motivó a convertirte en periodista?
Llegué a la comunicación social y al periodismo casi por casualidad. Cuando estaba en el colegio, en ese momento en que uno se pregunta qué va a estudiar o a qué se va a dedicar, yo estaba muy inclinada por el derecho. Creí que mi camino era ser abogada.
Pero la universidad donde iba a estudiar tenía un calendario por años, así que entre mi grado del colegio y el inicio de clases tuve seis meses libres. En ese tiempo entré a la Javeriana a estudiar comunicación social y encontré mi lugar. Me sentí cómoda, realizada.
Muy pronto empecé a trabajar en el Noticiero 24 Horas, y desde entonces esta ha sido una carrera loquísima, intensísima, de trabajar, trabajar y trabajar, que es, al final, lo que exige este oficio.
¿Cómo ves el papel que juegan las redes sociales en el ejercicio del periodismo?
Me parece que son un insumo maravilloso. Yo consulto redes, y mi equipo también, por ejemplo, para buscar temas o encontrar personajes. Las redes son una base de datos increíble para llegar a distintas historias.
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Pero también creo que hay una diferencia enorme entre el periodista y quien publica contenido en redes, como un influencer o un ciudadano que registra un hecho. Nosotros tenemos que responder por lo que decimos, dar contexto a cada palabra, verificar y asumir responsabilidad. Eso marca una distancia enorme con alguien que no es periodista.
Y precisamente, ¿cómo ves el futuro del periodismo en Colombia?
Hacer periodismo en Colombia siempre ha sido difícil. Quizás ha habido momentos menos agresivos contra la prensa, pero los retos persisten. Aun así, siempre hay espacio para el periodismo.
Hoy se abren nuevas plataformas y nuevas formas de contar historias, pero la esencia no cambia: la gente siempre va a querer entender su realidad, saber qué le pasa al vecino.
Nuestra tarea es hacer un trabajo serio, dar contexto, verificar las fuentes, ser honestos y cumplir la promesa del periodismo: contar la verdad, la realidad, mantener intactos esos valores porque esos no se negocian.