Las consecuencias generadas por la pandemia de la COVID-19, también, se vio reflejada en la caracterización de las clases sociales en Cúcuta.
Según el último informe presentado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en Cúcuta, 17.000 personas que estaban estratificadas en clase media en 2020, dejaron de serlo y pasaron a tener una condición vulnerable o pobre.
Esta clasificación se basa según el ingreso per cápita de cada ciudadano. El informe establece que si una persona tiene un ingreso de entre $0 y $331.668 después de haber distribuido el valor de los ingresos mensuales que recibió su hogar de manera equitativa entre todos los miembros, está en pobreza monetaria.
Si una persona recibe ingresos de entre $331.668 y $653.781 está en condición vulnerable, mientras que si una persona gana entre $653.000 y $3,52 millones se ubica en clase media. Por último, si una persona percibe $3,52 millones o más está en clase alta.
Todo esto va en concordancia con las últimas cifras de pobreza y del mercado laboral publicadas por el DANE que, según Alexander Botello, coordinador del programa de Economía de la Universidad de Pamplona, “revelan el previsto y desalentador retroceso de años de política social en el país y que posicionan la ciudad, como la cuarta con la tasa de pobreza monetaria más alta, pero son los más pobres, lo que se vieron mayormente afectados por los efectos de la emergencia sanitaria COVID-19”.
Según el informe, Cúcuta tenía 386.000 personas en condición de pobreza; el año pasado, la cifra subió a 458.000. Es decir, que durante el último año llegaron 72.000 mil nuevas personas provenientes de otros estratos.
En la categoría de vulnerables, según el registro previo a la pandemia, Cúcuta registraba 286.000 personas y en 2020 se redujo a 239.000, lo que significa que 47.000 personas emigraron hacia la pobreza.
En la clase media, se registra una variación significativa según los datos, porque en 2019 había 170.000 personas estratificadas en este sector y presentó una reducción de 17.000, al llegar en 2020 a solo 153.000.
Y en la clase alta, también hubo una variación representativa. Durante la pandemia 1.000 personas salieron de clase alta. Este sector se quedó con una población de 6.000 personas.
En cuanto a la ocupación laboral, se puedo observar que la cantidad de personas ocupadas de la clase pobre aumentó, mientras que en las demás categorías disminuyó. Esto sugiere que, aunque la cantidad de ocupados disminuyó, las personas que continúan ocupadas en clase media y vulnerable conservan una estructura de ingreso relativamente similar a la de 2019.
Los sectores de construcción, hotelería y transporte concentran el mayor número de trabajadores que se encuentran en situación de pobreza.
A nivel nacional, el DANE reveló que, entre 2019 y 2020, el país pasó de tener 30,1 % de su población en clase media a 25,4 % en esta caracterización. Una caída de 4,7 puntos porcentuales.
“Lo que nos permite tener una diferencia de 2,18 millones de personas menos en situación de clase media”, señaló Daniel Oviedo, director del Dane.
En Bucaramanga, Villavicencio, Cali, Ibagué y Bogotá se registró una reducción en la población en clase media, según los datos publicados.
Por otro lado, el informe también dio a conocer que 3,5 millones de ciudadanos pasaron de estar en una condición vulnerable a incidir en pobreza monetaria.
Colombia pasó de tener 17,5 millones de personas en la pobreza en 2019 a 21 millones de ciudadanos en esta condición para el cierre de 2020.