Con el desafío diario de prepararse en tiempos de pandemia, la colombiana Mariana Pajón, la venezolana Yulimar Rojas y la argentina Paula Pareto, tres de las mejores atletas de América Latina, recibieron de forma diferente el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Si para Rojas, medallista de plata olímpica en triple salto, el retraso hasta 2021 fue un duro golpe por su extraordinario momento de forma, para Pajón, bicampeona olímpica de ciclismo BMX, y Pareto, oro en judo, supone la oportunidad de recuperarse del todo de sus lesiones y competir en Tokio a su máximo nivel.
En una videoconferencia organizada por la Organización Deportiva Panamericana (Panam Sports), las tres deportistas compartieron cómo vivieron ese momento y también los retos que han vivido en los últimos meses para entrenarse en medio de las restricciones impuestas por la pandemia del nuevo coronavirus.
“Para mí fue un golpe fuerte”, dijo Rojas sobre el aplazamiento de Tokio-2020. “Al principio lo tomé muy mal porque me veía tan cerca, con un estado físico excepcional, estaba en mi mejor momento y venía de batir un récord del mundo” (15,43 m conseguidos en febrero en la reunión World Athletics de Madrid).
“Pero después, con la ayuda de mi entrenador (el cubano Iván Pedroso) y de mi familia, lo fui aceptando y ahora creo que hay que ver el lado positivo (...) tengo un año más para trabajar y en 2021 tengo que estar aún mejor”, dijo la saltadora, medallista de plata en los Juegos de Río-2016 y bicampeona mundial en Londres-2017 y Doha-2019.
Rojas, de 24 años, ha pasado los últimos meses en confinamiento en la ciudad española de Guadalajara, cerca de Madrid, sin poder abandonar hasta hace poco su vivienda más que para hacer compras básicas.
“Ahora llevo tres semanas entrenando a ‘full’ y recuperando lo perdido en la cuarentena, cuando no pudimos entrenar bien”, señaló.
“Una oportunidad”
A Mariana Pajón, una de las deportistas más reconocidas de Colombia, el retraso de los Juegos le servirá para dejar atrás del todo la lesión de rodilla que sufrió en 2018 en Holanda y que le tuvo fuera de las pistas durante más de nueve meses.
“Siendo sincera, a mí me convino porque si bien mi mente estaba preparada para competir en julio, yo sabía que físicamente me faltaba un poco”, reconoce la bicicrosista de 28 años, que persigue su tercer oro olímpico consecutivo tras los alcanzados en Londres-2012 y Río-2016.
A pesar de que también subió a lo alto del podio, la lesión no le dejó competir al máximo en los Juegos Panamericanos de Lima-2019. “No estaba para nada al 100% ni cerca de la forma en la que siempre quiero estar”, señaló la atleta de Medellín.
“Cuando nos dicen que aplazan los Juegos, es una oportunidad para prepararme un año más, para recuperar fuerza en esa pierna y seguir reforzando la parte sobre la pista, que ahora no podemos hacer porque todas las pistas están cerradas”, explica.
La colombiana dijo que ha podido mantenerse en forma y pasar tiempo con la familia durante esta etapa de confinamiento, que en Colombia se decretó a finales de marzo.
“Esta situación es algo muy loco que nunca imaginé que estaría pasando”, reconoce.
Judoca y médica
En el caso de Paula Pareto, las últimas semanas las ha pasado entre sus entrenamientos individuales en su apartamento y su trabajo de médica traumatóloga en una clínica de Buenos Aires.
“Cuando salgo es para ir al hospital, me gusta lo que hago, intentar ayudar a los pacientes. No estoy en el frente de batalla directo, pero estamos ahí y los riesgos se corren”, explica la judoca, medallista de oro en Río-2016 y bronce en Pekín-2008.
A sus 34 años, Pareto tenía previsto dejar los tatamis después de la cita de Tokio y no ha permitido que el aplazamiento de los Juegos afecte a su sueño de retirarse subida en el podio.
“Cuando nos dijeron del aplazamiento me ‘bajoneé’, pero me duró solo un día. Estábamos a solo tres meses de la mayor competencia en cuatro años o a veces la mayor en toda la vida de un deportista amateur”, recuerda Pareto, quien el pasado octubre se sometió a una cirugía para solucionar su problema de hernia cervical.
“Si lo analizo del lado de la lesión, la verdad es que llegaba muy justa en cuanto a nivel de entrenamiento de competencia, así que estoy convencida de que las cosas pasan porque tienen que pasar”, explica.