El proyecto propuesto por el Área Metropolitana de Cúcuta (AMC) de construir en el barrio Niza un complejo deportivo de rugby, dos polideportivos, una cancha de tierra y bolas criollas, un parque infantil y otras zonas más está en vilo, pese a que una gran mayoría de vecinos está de acuerdo con esa megaobra.
Durante su diseño, el AMC contempló las sugerencias de los ‘representantes’ de la comunidad mediante las socializaciones programadas y cuando se estableció el plano final, en marzo, fue radicado ante el Ministerio de Deporte. Dos meses después, se notificó la aprobación del proyecto con un costo total de $10.364 millones.
Sin embargo, en la reunión del 18 de mayo se presentaron algunos vecinos y los integrantes de la Corporación para el Desarrollo de la Urbanización Niza (Corpodeniza) manifestando su desacuerdo con el proyecto, por no conocer a fondo la información.
Bierman Suárez Martínez, subdirector de proyectos y coordinador interinstitucional del AMC, informó que esta situación ha sido compleja por el desacuerdo de opiniones por parte de algunos vecinos de Niza, por lo que están a la espera de la respuesta general de si permiten ejecutar este proyecto allí. “La demora está obstruyendo el proceso y el tiempo estimado para su construcción”, dijo.
“Necesitamos una respuesta, pero estamos considerando otras opciones en Cúcuta y su área metropolitana y así, evitar la pérdida de los recursos destinados para el deporte en nuestra región, los cuales fueron aprobados por el Gobierno Nacional en mayo”, añadió Suárez.
En este proceso existió un conflicto por un lote ubicado detrás de la Parroquia Cristo Resucitado, por lo que varios vecinos desaprobaron que el AMC fuera a utilizar ese espacio para convertirlo en un parqueadero dado que la comunidad tenía planeado construir un centro geriátrico, pero esta situación se resolvió con un acuerdo de no intervenir el lote.
El párroco Fabián Staper Carvajal, conocido en Cúcuta como el ‘Capellán del deporte’ aclaró que el AMC se acercó a él para citar a unos vecinos, profesores de las escuelas de formación deportiva y otras personas que conviven cerca al parque para asistir a las primeras reuniones, pero su participación fue muy poca por sus otros compromisos religiosos, por ende, prestó el auditorio para algunas socializaciones e integrar a la comunidad.
Además, explicó que se ha mantenido con una postura neutral ante las diferentes opiniones de los vecinos, y en ningún momento ha manifestado rechazar o aprobar este proyecto. El complejo equivale a una inversión positiva al barrio, dijo el religioso.
“Cual sea la respuesta, a favor o en contra de la construcción, yo apoyaré la decisión que acepte la comunidad, al final será un espacio para ellos y los deportistas en formación”, añadió.
El párroco y algunos vecinos le han apostado al mejoramiento del parque principal como la iluminación, mantenimiento de algunas canchas, y con la Policía intentan mitigar la problemática de drogadicción que rodea por estos terrenos.
Las otras caras de la moneda
Corpodeniza basa su postura con base en las posibles afectaciones que traería el proyecto, como el aumento de la inseguridad e impuestos, la poca participación de los vecinos en los escenarios deportivos por las distintas escuelas y que no beneficia ni satisface las necesidades de la comunidad. Frente a esto, los residentes cercanos del parque han tenido una serie de conflictos con los jugadores por su desorden y malos comportamientos.
Por otro lado, La Opinión no obtuvo respuesta de los ‘representantes’ que participaron de las socializaciones respecto a la poca divulgación de la información del proceso, las acciones tomadas para aceptar el proyecto sin el consenso de toda la comunidad y los mecanismos que estarían utilizando para convencer a los vecinos para apoyar el complejo.
Rafael Villamizar, presidente de la Junta de Acción Comunal de Niza norte, mencionó que no fue notificado e informado respecto al proyecto, sino que lo escuchó por otros. No obstante, opinó estar de acuerdo con el proyecto porque que estos escenarios deportivos generarán inversiones y progreso tanto para el barrio como para la ciudad.