Para Camilo Valencia quien lleva 15 años ‘parchando’ en piques de motocicletas es una situación normal ver a los policías llegar para pedirles papeles, pues entiende que en ese mundo de adrenalina, no todos están a favor.
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“Nosotros no somos delincuentes. Muchos trabajamos para tener una buena moto y exhibir las habilidades que tenemos. Nadie nos da un espacio en el cual podamos tener la libertad de correr en las motos”, añadió el hombre de 33 años.
En otras palabras, ellos ven las vías como pistas de carreras en las que se disputan el puesto al mejor ‘piloto’, en una práctica de la que se necesita habilidad, un buen motor y nervios de acero. Muchos de ellos han ido a otras ciudades a representar a Cúcuta con ‘stunt’, que son concursos de piruetas como ‘El Caballito’.
Las carreras son de dos motociclistas y duran apenas siete segundos, en los que corren 420 metros para ganarse el honor de ser el más veloz. Valencia dijo que los asistentes se apoyan en su propia seguridad porque si alguien viene a robarlos “nosotros los alcanzamos y los hacemos devolver las cosas. Entre todos somos una familia”.
Sin embargo, lo que para ellos es una práctica sana, para los vecinos del barrio Prados del Este y otros sectores de Cúcuta es un completo dolor de cabeza. Varios de ellos dicen estar cansados de la invasión de los motociclistas a los carriles y el ruido que hacen los motores, cada miércoles a altas horas de la noche.
Tapan los carriles
El número de motociclistas que acuden a estas carreras es incierto. Se cree que serían más de 300 que permanecen desde las 8:00 de la noche y hasta las 3:00 de la mañana, horas en las que ocupan unos carriles para competir y otros para los espectadores.
En otras palabras, en esa zona tapan la vía con una gran cantidad de motos, dejando a los conductores que transitan por allí, mercancía en camiones o van para sus casas, en un trancón de motos.
“Entonces, ¿dónde está la Policía de Tránsito?”, dijo una residente de Prados del Este que se ha visto afectada.
Un guarda de seguridad de un conjunto cerrado añade que las noches de los miércoles “cuando usted menos piensa salen docenas de motocicletas de alto y mediano cilindraje de Prados del Este con dirección al Anillo Vial. Van con parrillero sin casco y hacen lo que se les da la gana. Estamos inconformes porque eso perturba la tranquilidad de los residentes”.
Valencia dijo que ellos han venido controlando para que los asistentes permanezcan a los lados de la vía, para ello les inculcan que este lugar es de todos y deben apoyar para que los demás conductores puedan pasar.
Lleva varios años
Pareciera que los motorizados jugaran al ‘gato y al ratón’ con la Policía de Tránsito de Cúcuta, pues cuando llegan a imponer el orden en la vía, desaparecen.
Conozca: Nadie controla los piques de velocidad en Cúcuta
Esa práctica llevaría desde 2016, según Mayid Gene, secretario de Tránsito de Cúcuta, uno de los varios puntos donde los ‘parches’ de motociclistas se reúnen.
“Eso ha sido de toda la vida, recuerdo que hace años lo hacían allí cuando eran trochas. En varios operativos que se hace con la Policía de Tránsito pueden ponerse hasta 20 multas, pero ellos vuelven a salir”, dijo.
Los multan
El mayor Giovanny Chávez, comandante de la Policía de Tránsito de Cúcuta, indicó que no hay una multa por estar en un pique, pero cuando acuden sancionan a los motociclistas que no tienen licencia de conducción o su automotor carece de Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) y otros requisitos para rodar.
El secretario de Tránsito insistió en que en la vía a Puerto Santander habría un lugar adecuado para que ellos puedan competir, pero hay que pagar por usarlo, además “esa no sería la esencia de los piques, que está en correr en las carreteras de las ciudades y no en un espacio privado”, refirió.
Para Gene Beltrán es claro que estos motociclistas “no son delincuentes, pero en la ciudad no se podría poner una infraestructura para ello. Para ese deporte de alto riesgo se necesita tener bomberos, ambulancias, una seguridad en la zona…”, dijo.
Esa precisamente ha sido la puja de muchos de los motociclistas, quienes reiteran no estar en algo malo y menos haciéndole daños a la ciudad, solo están en su deporte y los acercamientos con la Secretaría de Tránsito de Cúcuta para dialogar sobre ese tema han sido casi nulos.
No es perseguirlos
Para la Policía perseguir a estos motociclistas es difícil, pues los uniformados deberían irse en contravía o esquivar carros para alcanzarlos, provocando hasta un accidente de tránsito, por lo que muchas veces se limitan a ahuyentarlos del sector, para darles tranquilidad a las personas.
Una situación alarmante es que, según Gene Beltrán, algunos de los motociclistas tumban al parrillero para que los uniformados los auxilien, mientras escapan. “No podemos continuar la persecución porque atropellaríamos al que anda tirado en el piso y optarían por huir a otros municipios donde no tenemos jurisdicción”, añadió.
Por lo pronto, según el mayor Chávez, hay retenes en diferentes puntos del Anillo Vial que buscan que los piques dejen de hacerse en esa arterial vehicular.
Corren todos
Los motociclistas conducen según el tipo de moto que tienen, para que no haya ventajas. Los que tienen automotores de menor cilindraje tienen su ‘categoría’.
Los expertos, que muchas veces refuerzan sus motos, pueden ser de cilindraje 1.000 o hasta la Yamaha Calimatic, compiten entre sí.
Los novatos que tienen motores de menor capacidad como las RX o DT 115 corren aparte.
“La mejor gana, eso es el que primero llegue. Corren dos motos que arreglan, pueden ser Yamaha RX, DT 115 hasta las Calimatic, de gran velocidad. Hay motos 1.000, de todo”, indicó un motociclista.
La regla es llegar primero, solo dos conductores que deberán correr una recta de 402 metros (un cuarto de milla). Ese tramo lo completan en tan solo siete segundos.
En una noche pueden darse hasta diez carreras, una detrás de la otra. En ocasiones compiten por dinero.
Llegarán refuerzos
Los piques y otras problemáticas como los accidentes de tránsito, conducir bajo estado de embriaguez y el incumplimiento de las normas, fueron motivos para que se pidiera un refuerzo de 20 uniformados de Tránsito, que estarán en la ciudad durante dos meses. Llegaran el 23 de marzo.
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