Los desplazamientos intraurbanos han incrementado en los últimos años como consecuencia de los grupos al margen de la ley que delinquen en el departamento. Un líder social de la comuna 6 narró a La Opinión los retos que ha vivido desde que tuvo que huir de su territorio producto de amenazas.
El presidente de junta, quien prefirió no revelar su identidad, aseguró que este hecho ha empeorado desde finales de 2024. Detalló que entre octubre y diciembre del año pasado recibió mensajes de odio de sujetos que amenazaban con asesinarlo.
El hombre quien cumple tres años de su labor social, explicó que dichas intimidaciones han sido resultado de su labor en el barrio y del control que quieren imponer los delincuentes en la ciudad.
Aseguró que aunque los individuos no se identificaron, las amenazas fueron empeorando al punto que merodeaban su casa.
Agregó que producto de esas presiones, otros líderes en el sector renunciaron, y él en enero de este año decidió desplazarse a otro barrio para continuar su labor desde la distancia. Recalcó que está decisión aunque le costó su estabilidad, la llevó a cabo para no poner en riesgo a la comunidad.
También: Esta es la apuesta de seguridad del nuevo comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta
El líder mencionó que desde entonces, cada vez que ha querido ir al barrio lo hace acompañado de escoltas. También destacó que pese a su desplazamiento, el territorio sigue siendo un lugar intimidante para los ciudadanos.
“De parte del Estado he recibido garantías, sin embargo es importante no caer en las tácticas de silenciamiento de estos grupos”, afirmó.
Defensores hablan
Enrique Pertuz Ariza, director general de la Corporación Red Departamental de Defensores de Derechos Humanos, afirmó que aunque no tiene una cifra actual de estos hechos, la mayoría de los desplazamientos se presentan en las comunas 1, 3, 6, 7, 8, 9 y 10.
Pertuz aseguró que la falta de denuncias ha dificultado contar con estadísticas actuales. Señaló que las víctimas de este hecho, evitan acudir a las autoridades por el temor de ser rastreados.
“La complicidad que en algunos casos existe entre autoridades y grupos armados es otro problema que la gente conoce y que les impide denunciar”, agregó Pertuz.