En Cúcuta, un grupo de policías ha decidido llevar su labor más allá del cumplimiento de la ley, entregando más de 5.000 manillas artesanales a la comunidad.
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Manillas que han sido tejidas con dedicación por los mismos policías y sus familias y que se han convertido en un símbolo de lucha contra la violencia de género y en un vínculo tangible de solidaridad y compromiso.
Las patrulleras Andreina Camacho y Natalia Jaramillo, inspiradas por las historias de fortaleza que escuchan diariamente, comenzaron a tejer manillas coloridas junto con sus familias, y, ahora, cada noche, después de cumplir con sus deberes, más policías y familias se han unido a esta labor, que va más allá de crear simples accesorios.
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Hasta la fecha, se han entregado más de 5.000 manillas, y la labor continúa con el mismo amor y dedicación con que comenzó, precisando que cada una representa un pequeño paso hacia un futuro para que la violencia de género sea solo un recuerdo, y donde todas las personas puedan vivir en igualdad y armonía.
Además de las manillas, la policía también está enseñando a la comunidad una señal de auxilio sencilla, pero eficaz para que la usen en caso de ser víctimas de violencia: abrir la palma de la mano y doblar el dedo pulgar, cerrando los demás dedos repetidamente.
También han distribuido volantes con información sobre las diferentes líneas de atención, donde personal capacitado brinda atención, escucha, asesoría y acompañamiento a los ciudadanos,incentivando el uso de esta herramienta para minimizar las acciones de violencia y fortalecer los canales de denuncia.
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Otra de las estrategias utilizadas por las autoridades es usar el "violentómetro, un recurso que permite a la comunidad identificar las diversas manifestaciones de violencia que pueden presentarse en los hogares. Al reconocer estas señales, las personas pueden pedir ayuda a tiempo, protegiendo así sus vidas y las de sus seres queridos.
Esta iniciativa de la policía en Cúcuta demuestra que con creatividad, dedicación y compromiso, se pueden construir puentes de solidaridad y esperanza en la comunidad, promoviendo un entorno donde la violencia de género no tenga cabida y todos puedan vivir en paz y seguridad.
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