La instalación, ayer, del primer periodo de sesiones ordinarias del Concejo mostró, en apariencia, a una corporación y a una alcaldía enfrentadas por lo que le está pasando a la ciudad, y por lo que se quiere para ella.´
El presidente del Concejo, Oliverio Castellanos, llamó a la reflexión a sus colegas sobre lo que se quiere para la ciudad en el presente año. “Hoy más que nunca no da espera la recuperación de la jerarquía de esta entidad en el imaginario y percepción de los cucuteños. Se requiere por eso el trabajo enfocado en el mejoramiento de la capacidad de gestión y del quehacer misional para devolver la confianza”, dijo.
En este orden, Castellanos fue mucho más allá al invitar al alcalde Jairo Yáñez a recoger la cosecha que se sembró el año pasado cuando el Concejo aprobó importantes recursos para llevar a cabo obras que la ciudad necesita y programas sociales que hoy esperan los niños en las escuelas, como el de la alimentación escolar.
No estamos en guerra con la alcaldía, estamos es abogando por que se fortalezca la unidad que debe imperar entre las dos instituciones para entregarle a la ciudad lo que necesita, dijo Castellanos.
El alcalde Jairo Yáñez, por su parte, durante su intervención elevó un mensaje a seguir construyendo de Cúcuta un territorio de todos, a trabajar unidos con el Concejo y a garantizar que a la ciudadanía lleguen los programas y proyectos sociales, así como dijo que “se equivocan quienes creen que no hay buenas relaciones entre la Alcaldía y el Concejo”.
Acto seguido agregó una crítica que subió los ánimos al relacionar el tema político con la corrupción, mensaje que fue desaprobado por el presidente del Concejo de inmediato.