La Comuna 5 de Cúcuta clama de preocupación. Diferentes líderes comunales, ediles y habitantes de barrios circunvecinos se encuentran preocupados por la acrecida de la basura y las pestilencias desmedidas en los canales de aguas negras en los barrios Sevilla y Roja.
“Desde Cerro Norte hasta Sevilla y proximidades de barrios cercanos, las aguas negras bajan en grandes cantidades. Pero ese es solo un problema, porque desde el Cerro La Cruz baja otro caño que da a parar en la autopista y ya está afectando las calles. A nosotros esto nos tiene muy preocupados”, expresó Alfonso María Lindarte Quiroz, edil de la comuna 5 y líder comunitario de la X Roja.
Aseguran que la contaminación que se genera día a día es mayor, y con la reciente temporada de lluvias presentada en días pasados, en las que el agua ha caído durante varias horas seguidas, las comunidades afectadas ya no tienen paz ni descanso.
El agua sucia se extiende por más de ocho cuadras seguidas e invade sus casas, pero lo que más los aterra no son las viviendas de ladrillo y cemento, sino las que fueron levantadas con esfuerzo en materiales como tabla, lata y láminas de zinc, por ser las más propensas a desastres.
“El agua nos inunda hasta los talones. Mi mamá y mi tío a diario están enfermos. Mi madre es paciente con neumonía crónica, y esta ‘pichera’ no hace más que terminarla de enfermar”, comentó Guillermo Antonio Durán, vecino afectado.
Según Lindarte, este problema no es algo reciente, sino que, desde los primeros años de Sevilla, desde la X Roja lo ha visto fortalecerse semana tras semana, y por falta de una pronta atención, en ocasiones las aguas se filtran hacia una de las vías principales, destruyéndola por partes.
Las casas, al estar catalogadas como zonas de alto riesgo, corren el peligro constante de ser derrumbadas o afectadas por enfermedades desprendidas de la contaminación, y ante la ausencia de muros de contención que disminuyan las precipitaciones o derrumbes, el nivel de alerta se hace mayor.
“Desde hace mucho tiempo hemos solicitado arreglos, hemos enviado cartas, pero seguimos en lo mismo. Lo único que nos responden es que, por ser callejones, no pueden pasar las máquinas por esa parte, entonces no vienen y nos dejan padeciendo el problema. Ya no podemos seguir metiendo oficios y esperar por más mentiras”, agregó el vocero comunal.
También señalan que, como si fuera poco, la oscuridad por ausencia de luminarias en el sector ha disparado la inseguridad, de tal manera que los robos y atracos son otro de los males diarios que los habitantes más pobres deben resistir, como una guerra a la que no encuentran fin.
Estos ‘calabozos’, como expresaron los habitantes, se han perpetuado por la falta de gestión de las empresas públicas por atender a sus llamados.