Las cosas que pasan en este país son muy sui generis y únicas, no ocurren en otra parte y eso nos acerca a un mundo mágico. Eso se puede pensar de las promesas del señor presidente que ilusionaron a muchos con el cambio que tanto pregonó desde siempre, desde cuando quiso ser presidente de los colombianos.
El exministro Alejandro Gaviria describe con lujo esta situación en un mensaje divulgado en X. En su recuento con respecto a las promesas y que llama las cosas que no van a pasar, anota: 1. Aeropuerto internacional en la alta Guajira construido por el ejército. 2. Tren elevado de Buenaventura a Barranquilla. 3. 50 nuevas universidades públicas en zonas rurales. 4. Una gran hidroeléctrica en López de Micay. 5. Producción de hidrógeno verde en el Charco, Nariño. 6. Un sistema de información puesto en funcionamiento en seis meses que reemplazará las EPS. 7. Quince millones de turistas internacionales que reemplazarán la producción interna del petróleo. 8. Tres millones de hectáreas compradas en 4 años para entregar a campesinos. 9. Juntas de acción comunal encargadas de llevar fibra óptica a buena parte del país y 10. Un gran parque eólico en la Guajira administrado por las comunidades indígenas.
Bueno, pero hay que darle tiempo al presidente para que pueda cumplir sus promesas de campaña, él se dio cuenta que en apenas cuatro años no alcanza, no son suficientes y por eso desde ya está preparando las elecciones próximas con la intención de seguir gobernando; se le ha oído decir “Toca elegir otro gobierno progresista”; también ha expresado: “Hay que volver a triunfar” y en su homenaje póstumo a Piedad Córdoba propuso refundar su partido para aglutinar todas las tendencias afines a su pensar político. Para algunos esta intervención constituye participación en política, lo cual como se sabe le está vedado a los mandatarios en ejercicio.
Entre tanto seguiremos leyendo sus mensajes en la red social X, la que más le gusta y asistiendo a las peleas con otros mandatarios, los que piensan de manera diferente y se han colocado ideológicamente en otra orilla descalificando su pensamiento político; el más reciente fue con Javier Milei, antes estuvo enfrentado con Nayib Bukele y claramente se ha puesto de parte de Palestina para hacer fuerte oposición a Israel.
Nuestro vecino Nicolás Maduro pasa invicto porque nunca lo va a descalificar y la democracia en su país seguirá herida de muerte. Mientras tanto el país arde por los incendios forestales y los aviones que podrían ayudar a mitigar el fuego no pueden volar, no se les hizo mantenimiento debido y los bomberos como héroes se defienden con lo que tienen a su disposición.
Acudamos a la esperanza, dicen que es la última que se pierde, para pasar de la ilusión a la realidad y saber un día que tenemos un presidente trabajando por Colombia, por sus ciudadanos y preocupado por dar soluciones a sus problemas. ¿Será mucho pedir?
jorgepabonl@yahoo.com