En el actual contexto migratorio que tiene lugar en Colombia y Venezuela, en el que miles de familias han huido de la grave crisis social, económica y política por la que atraviesa el país vecino, la defensa de los derechos de los niños y las niñas, es un compromiso urgente.
USAID señala que las principales ciudades receptoras de migración venezolana en Colombia son a la fecha: Bogotá con el 20.30% de los ciudadanos venezolanos residentes en el país, Barranquilla con el 6,88%, Medellín con el 6.58%, Cali con el 4.84%, Cúcuta con el 4.34% y Bucaramanga con el 1.90%.
En este contexto, muchos menores de edad se ven expuestos a graves amenazas a estos derechos por causa de situaciones como la pobreza, el abandono, la explotación, violencia, falta de alimentos adecuados, escasos espacios para la recreación y la participación en la cultura y las artes, acceso desigual a la educación o carencia de ella, entre otras.
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Es por esto que la ONG Bethany Colombia ha venido trabajando en capacitar líderes y organizaciones comunitarias para ayudar a prevenir y corregir riesgos para la protección y seguridad infantil.
Para Luz Alcira Granada, directora de Bethany Colombia, la capacitación de líderes comunitarios en la identificación de áreas de seguridad y protección infantil y cómo abordarlas de manera efectiva, se convierte en un elemento fundamental, pues estos líderes desempeñan un papel crucial en la creación de entornos seguros y saludables para la infancia en las comunidades.
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“Se han capacitado cerca de 50 líderes en Cúcuta y la Región del Catatumbo, que es el sitio de entrada de los migrantes, donde se enfatiza la importancia de reconocer señales de posibles situaciones de riesgo como abuso, negligencia o exposición a peligros físicos y emocionales. También busca orientar sobre cómo involucrar a las familias y a la comunidad en la promoción de prácticas seguras para garantizar el bienestar infantil. Al empoderar a estos líderes con conocimientos y herramientas, estamos fortaleciendo nuestra capacidad colectiva para proteger a nuestros niños y niñas, construyendo un futuro más seguro y saludable para ellos” comentó.
Este tipo de capacitaciones son sostenibles en el tiempo, gracias a que se diseña con un enfoque en el desarrollo de habilidades y conocimientos a largo plazo, estableciendo mecanismos de evaluación y retroalimentación para hacer los ajustes necesarios, integrando conceptos de las rutinas diarias de los participantes, fomentando la colaboración entre los participantes para que puedan compartir sus experiencias y de esta manera mantenerlos informados, interesados y comprometidos en el proceso para que sigan apoyando y valorando la iniciativa de crecimiento de su comunidad.
“Por estas razones Bethany Colombia, continúa trabajando para que los derechos y oportunidades sean una realidad para toda la comunidad, promoviendo entornos que brinden seguridad, amor y conexión a través de familias, escuelas y comunidades sólidas” complementa la directora Luz Alcira Granada.
Con información de Bethany
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