La actividad del volcán Semeru, en Indonesia, ha dificultado las labores de los servicios de rescate, que recuperaron 22 cadáveres, según el último balance, tras la espectacular erupción que devastó varios pueblos durante el fin de semana.
La montaña más alta de Java arrojó una enorme columna de ceniza el sábado y envió coladas de lodo ardiente que inundaron las aldeas a sus pies. Más de mil residentes en pánico tuvieron que ser evacuados.
"Según los datos que nos han llegado (...) hay 22 muertos", frente a los 14 fallecidos de los que se informó a primera hora del día, dijo el portavoz de la agencia de gestión de catástrofes, Abdul Muhari.
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"Veintisiete personas siguen desaparecidas y centramos nuestra búsqueda en ellos", indicó.
Las fotos aéreas muestran calles enteras llenas de ceniza gris y barro, que cubren camiones y casas hasta el techo.
"Todavía espero encontrar a mi hijo (...) Cada vez que oigo que han encontrado a una víctima espero que sea mi hijo", dijo Maskur Suhri, que estaba cosechando savia de palma cuando entró en erupción Semeru.
"Hay una posibilidad muy pequeña de que haya sobrevivido. Tal vez sea su destino, pero todavía espero encontrarlo, aunque sea solo su cuerpo", dijo este residente de la aldea de Sumberwuluh. Las operaciones de rescate se vieron ralentizadas por la nueva actividad volcánica del lunes, que obligó a algunos equipos a interrumpir su trabajo.
"Ha habido una nueva erupción y esto podría poner en peligro a los equipos de evacuación", dijo un socorrista, Rizal Purnama.
Más tarde, los equipos de rescate, con ropa naranja y cascos, comenzaron a buscar de nuevo supervivientes y cadáveres entre las cenizas y el barro, mientras el humo seguía saliendo de las cenizas.
Su tarea se vuelve aún más difícil a medida que los restos volcánicos se endurecen. "Es muy difícil (...) con herramientas sencillas", dijo Rizal Purnama. "Es muy probable que los cuerpos que no se encuentran estén enterrados bajo las coladas de lodo caliente.