Los océanos del mundo, que absorben la mayor parte del calor provocado por el cambio climático, registraron nuevos récords de calor el año pasado, según un estudio publicado este miércoles.
"Los océanos continúan calentándose a nivel mundial", explican los autores de este informe internacional, publicado en la revista Advances in Atmospheric Sciences.
"El aumento inexorable de las temperaturas oceánicas es el resultado inevitable de un desequilibrio energético de la Tierra, asociado principalmente con una creciente concentración de gases de efecto invernadero", explican los 24 autores del informe, pertenecientes de universidades estadounidenses, chinas e italianas.
Los océanos absorben más del 90% del exceso de calor provocado por los gases de efecto invernadero generados por la actividad humana.
Lea también: Estas son las tarifas del transporte intermunicipal para 2023
"La tendencia al calentamiento en todo el mundo es tan regular y robusta que cada año se baten récords", alertan esos expertos pertenecientes a 16 centros de investigación.
El calor total contenido en los océanos entre la superficie y una profundidad de 2.000 metros aumentó el año pasado en 10 zettajulios, es decir, 1 julio (medida básica de calor) seguido de 22 ceros. Esa cifra equivale aproximadamente a 100 veces la producción de electricidad en todo el mundo en 2022.
El calentamiento de las aguas océanicas conlleva un aumento de su salinidad y de su estratificación (la separación en distintas capas).
Eso significa que crece la acidez de las aguas, y paralelamente, que no se mezclan con tanta facilidad.
Lea también: Estas son las 10 marcas de motos más vendidas en Norte de Santander
Ambos fenómenos pueden alterar los intercambios de calor, carbono y oxígeno entre los océanos y la atmósfera, lo que a su vez tiene consecuencias en la vida marina y los ciclos del agua.
"El calentamiento mundial prosigue y se manifiesta en niveles récord de calor en los océanos, así como por niveles extremos en términos de salinidad", comentó Lijing Cheng, autor principal del estudio.
"Este último punto confirma que las zonas saladas cada vez lo son más", añadió.