Este sábado, 10 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental, una de las áreas de la salud que más se han visto afectadas durante la pandemia y las cuarentenas por la COVID-19.
Según un estudio publicado recientemente por la revista The Lancet, los niveles de inestabilidad emocional han aumentado durante la pandemia. En Colombia, por ejemplo, el 51% de las personas han sentido altos niveles de ansiedad, mientras que tres de cada cuatro jóvenes afirman que se han sentido tristes y cansados sin aparente razón durante el confinamiento.
Según Jesús González, director del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Internacional de Valencia, los cambios abruptos en la rutina diaria de las personas, sumado a la sensación de malestar e inseguridad, provocaron la aparición de síntomas de ansiedad, depresión, estrés y soledad.
“Es pronto para saber cómo ha influido en personas con afecciones psicológicas anteriores o con un diagnóstico de trastorno mental, y también cómo esta situación ha podido intensificar el afloramiento de trastornos latentes”, afirmó también el psicólogo.
Sumado a esto, las personas enfrentan miedo y angustia de salir a las calles y dirigirse a lugares concurridos o tener contacto social debido al temor de contagiarse, lo que también generará la aparición de trastornos de estrés postraumático o trastorno obsesivo compulsivo.
¿Qué hacer para cuidar nuestra salud mental?
Según el experto, es importante que las personas aprendan a reconocer sus emociones y sus estados de ánimo y que, en caso de requerirlo, sean capaces de buscar ayuda de amigos, familiares o profesionales.
Según González, hay que estar alertas a signos como tristeza, llanto, cansancio, sensación de ahogo, dificultad para pensar con claridad, o incapacidad para realizar las tareas de la vida cotidiana.
“Hay que tener claro que estos síntomas o cambios de estado anímico hacen parte del ser humano. Una cosa es tenerlos durante un tiempo determinado y otra muy diferente que exista un trastorno mental. La gravedad de la sintomatología, su duración en el tiempo y la capacidad de interferencia de estos síntomas en nuestra vida diaria es lo que decanta la balanza hacia el posible diagnóstico de un trastorno mental”, explicó el psicólogo.
El experto también resaltó que es importante estar atentos al sueño y a posibles problemas de insomnio o afectaciones en la calidad de las horas de descanso, pues esto puede impactar en la concentración, el estrés, la agresividad o la tristeza.
González recomendó que en estas épocas las personas establezcan planes y rutinas de ejercicio físico y algunas actividades al aire libre. Además, afirmó que es importante atender la salud emocional y tener planes para el cuidado físico y mental de cada uno.