El caso que sacudió a la pequeña ciudad de Nova Maringá, en el interior de Brasil, ha tomado un nuevo rumbo. La investigación por la difusión de un video en el que una joven de 21 años aparece junto a un sacerdote en circunstancias comprometedoras ha revelado que entre los señalados por las autoridades se encuentra el suegro de la joven. 

El hecho ocurrió en la casa parroquial del padre Luciano Braga Simplício, donde tres personas irrumpieron violentamente y grabaron la escena que luego se viralizó en redes sociales. En el video se observa a Isabelly, la joven involucrada, llorando y escondida debajo de un lavamanos, mientras el sacerdote aparece semidesnudo.

Una de las mujeres presentes intentó detener la grabación, pero fue ignorada por quienes sostenían los teléfonos móviles.

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El material desató una ola de comentarios, burlas y ataques en línea, afectando gravemente a la joven, quien posteriormente interpuso una denuncia formal por violación de la privacidad y difusión no consentida de imágenes. 

Con su testimonio, la Policía de Nova Maringá abrió una investigación para establecer no solo quién grabó el video, sino también cómo fue difundido y quiénes participaron en la invasión a la vivienda religiosa.

El comisario Franklin Alves, jefe del caso, confirmó que entre los investigados se encuentran el suegro de Isabelly, dos amigos del exnovio y una mujer. En varios allanamientos realizados esta semana, las autoridades incautaron tres teléfonos celulares, entre ellos el del propio suegro de la víctima, con el fin de realizar peritajes digitales que permitan reconstruir el recorrido del video y determinar posibles contradicciones en las declaraciones.

“La prioridad es establecer quién grabó, quién filtró el contenido y si hubo algún tipo de coacción o plan previo para exponer públicamente a la joven y al sacerdote”, señaló Alves a medios locales.

Las diligencias judiciales incluyen posibles cargos por invasión de domicilio, daño calificado, restricción ilegal, exposición de imágenes íntimas y afectación psicológica a la víctima.

Mientras avanza la causa, el exnovio de Isabelly, identificado como Bruno Griebeler, negó tener relación con los hechos y aseguró, a través de su abogado, que se encontraba fuera de la ciudad por motivos laborales.

Por su parte, el sacerdote Luciano Braga Simplício rompió el silencio y aseguró que no mantenía una relación sentimental con la joven. Según su versión, Isabelly había colaborado en una actividad litúrgica y pidió permiso para cambiarse de ropa en la residencia parroquial.

La Diócesis de Diamantino confirmó que el padre fue suspendido temporalmente de sus funciones mientras avanza la investigación interna. La comunidad permanece expectante ante un caso que ha pasado de la polémica moral a una compleja trama judicial.

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