Entre estas se incluyen psicólogos, artistas, trabajadores sociales, enfermeras, terapeutas ocupacionales y trabajadores de la construcción, por mencionar algunos.
“Para mitigar los impactos de la automatización, es crucial implementar políticas que se centren en mejorar la calidad y pertinencia de la educación, así como en programas de reentrenamiento para las ocupaciones más vulnerables al cambio tecnológico”, dijo Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo.
Y concluyó que “es fundamental además potenciar las habilidades creativas y sociales, así como las competencias cada vez más demandadas en el mercado laboral, tales como programación, uso de inteligencia artificial y análisis de datos”.
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