Venezuela declaró el paso 19 de enero una emergencia fitosanitaria en todo el territorio nacional ante la presencia del hongo Fisarium oxysporum R4T, localizado en tres regionales del país, motivo por el cual Colombia se encuentra apoyando en el control de la enfermedad y paralizó la importación desde el vecino país de materiales vegetales, productos o subproductos de plátano o banano.
La medida «extraordinaria» fue aplicada en estados fronterizos con Colombia, así como en puertos y aeropuertos del país ante el «riesgo epidemiológico inminente» que representa para la producción nacional de plátanos y su familia la presencia de la enfermedad conocida como «Marchitez por fusarium de las musáceas» causada por el hongo Fusarium oxysporum f.sp cubense, raza tropical 4 o foc R4T.
Las autoridades venezolanas han activado, además del personal del Insai, a los Comités Territoriales Agrícolas para adelantar la vigilancia fitosanitaria en los estados fronterizos con Colombia. Para ellos crearon dos anillos de interés, conformados uno por Zulia, Táchira, Apure y Amazonas, y el otro por Barinas, Falcón, Mérida, Lara y Trujillo.
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La información la dio a conocer el Ministerio de Agricultura Productiva y Tierras de Venezuela a través de un comunicado, en donde explica que este hongo es causal de la marchitez por fusarium en musáceas.
El Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai) detectó la presencia de la plaga en los estados Aragua (municipios Zamora y José Angel Lamas). Carabobo (municipio San Joaquín) y Cojedes (municipio Anzoátegui, Parroquia Cojedes), según los resultados arrojados por los análisis fitosanitarios moleculares, emitidos por los Laboratorios de Virología y Biotecnología Vegetal del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y la Clínica de Enfermedades de Plantas de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
A través del comunicado, la presidenta del Insai, Ingeniero Tibisay León Castro, informó a la población de manera oficial de la situación y de las acciones que en lo sucesivo tomarán, aplicables a las personas naturales o jurídicas que se dedique a la producción primaria, procesamiento o movilización de musáceas (banano, plátano y topocho) en cualquier parte del territorio nacional, así como a los que sean propietarios, poseedores o tenedores de maquinaria e implementos agrícolas, incluyendo vehículos, equipos y herramientas que sean utilizados para las actividades.
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Es por ello que queda prohibido el traslado de material de propagación de musáceas (banano, plátano y topocho) en zonas afectadas por el hongo Foc R4T, de acuerdo a los reportes epidemiológicos, excepto el material vegetal autorizado por el INSAI que sea autorizado mediante el “Certificado Fitosanitario de Movilización”.
De igual modo, quedan prohibidos los movimientos de materiales como raíces, rizomas o cormos, pseudotallos, peciolos, pedunculos, hojas de musáceas en zonas afectadas por el hongo Foc R4T, los cuales deben ser destruidos en la misma área o lugar de producción bajo el plan de acción del ente competente.
Mientras que las zonas afectadas deberán instalar puntos de desinfección con base de amonio cuaternario para todos los equipos, herramientas, calzados, vehículos, entre otros elementos, en donde deberán lavarse muy bien con agua a presión, entre otras medidas que están siendo tomadas en las zonas afectadas.
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El hongo ya había sido detectado, en el 2019, en La Guajira Colombiana y en el 2011 en el departamento de Piura, en Perú; sin embargo, Ecuador se mantiene libre de la plaga, según confirmó en enero pasado la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), a través de un comunicado, ante la preocupación por la presencia de la plaga en Venezuela.
Es importante resaltar que ante este aspecto se debe alertar a la comunidad nortesantandereana, en vista que en las calles y mercados locales se observan bananos y plátanos de procedencia venezolana, de los que se desconocen sus medidas fitosanitarias.
Las ventas de este producto se instalan en los andenes del anillo vial en el tramo que pasa por el barrio El Escobal.
Anggy Polanco / Corresponsalía La Opinión
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