Los videos en los que quedaron grabadas las dramáticas escenas del asesinato de los hermanos Yaneth Clarisa y Gabriel Ernesto Castrillón Guevara, ocurrido a las 9:26 de la mañana del viernes, 12 de febrero, en la avenida18E con calle 19N, del barrio Niza, revelan muchas pistas para que las autoridades judiciales puedan avanzar rápidamente en las pesquisas y así determinar quiénes están detrás de este hecho.
En las imágenes, que circulan por diferentes redes sociales, dejen ver varios momentos, uno de ellos es cuando un taxista llega hasta el frente del local donde están las dos víctimas, y luego de decir algo, saca el celular, toma una foto y la envía, después escribe un mensaje, se sube al vehículo y se marcha. Esto tiene a los investigadores buscando a esta persona para saber por qué lo hizo.
Después de 40 segundos, se ve cuando llega un hombre de contextura delgada, estatura promedio de 1,70 metros y piel blanca, que vestía camiseta azul, bluyín, zapatos deportivos y que portaba una gorra negra y tapabocas del mismo color, al igual que un maletín.
El desconocido, que llega apresuradamente, agarraba con sus dos manos una pistola, la cual tenía un supresor de sonido (silenciador), primero le dispara en repetidas ocasiones a Yaneth Clarisa, quien vestía una camiseta rosada y un pantalón con diferentes estampados. Ella, luego de recibir los balazos, deja caer un plato que tenía en sus manos, corre asustada hacia donde se encontraba su hermano, buscando ayuda.
Gabriel Ernesto, quien estaba hablando con su hermana y con la persona que trabaja en el local, al ver por un vidrio el reflejo del pistolero, hace un movimiento hacia atrás, saca de la pretina una pistola y mientras que Yaneth se lanza hacia él, la acciona.
El sicario al ver que el otro hombre que estaba dentro del establecimiento le dispara, la emprende contra él, propinándole tres impactos. Las dos víctimas cayeron y por los disparos se partió el vidrio de la entrada del local.
Mientras esto sucede, se observa cuando un hombre que viste un buzo negro, bluyín y zapatos deportivos, y que se movilizaba en una moto Kawasaki KLR 650, con casco negro y de placa venezolana, llegó al frente de la trágica escena a recoger al pistolero.
El homicida una vez cumplió con su cometido, corrió, pero en la huida se le cayó el maletín negro que llevaba sobre uno de sus hombros y al tratar de subirse a la motocicleta, se resbaló, pero ágilmente logró montarse y junto con su cómplice escapó.
Antes de perderse de las cámaras, se ve que el hombre vuelve y levanta su arma, apuntando hacia donde quedaron los hermanos Castrillón Guevara, pero al ver que ya no había algún riesgo, se fueron rápidamente.
Más pruebas contundentes
Luego de que Yaneth y Gabriel Castrillón fueron evacuados hacia el Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde finalmente murieron, la Policía llegó al sitio de los hechos y lo acordonó, protegiendo la escena, pues sabían que ahí había pistas muy importantes para la investigación.
Además de los videos y de las vainillas que las unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) hallaron, se encontraba el maletín negro que se le cayó al sicario, donde había un proveedor para pistola, una bermuda, una camiseta y la contraseña de una cédula de ciudadanía.
“Estas son pistas muy contundentes, que ayudarán a la investigación y así saber quién es el sicario. Ya se está trabajando para establecer la plena identidad”, sostuvo una fuente judicial.
Además, las autoridades se están encargando de sacar huellas dactilares y de hacer un análisis detallado de los videos para lograr sacar las placas de los vehículos que se ven en las imágenes para ver su participación directa o indirecta en el doble asesinato.
Fuentes judiciales indicaron que el ataque sicarial fue muy bien planeado, pero que el pistolero iba a matar solo a Yaneth Clarisa Castrillón, su hermano Gabriel Ernesto murió, porque la intentó defender con el arma que tenía. Además, el general Óscar Moreno, comandante de la Policía Metropolitana, descartó que se haya tratado de un intento de robo.
Asimismo, el oficial ofreció una recompensa de hasta $10 millones por la información que conlleve a la captura de los responsables del doble crimen.
¿Por narcotráfico?
Por ahora las autoridades judiciales están indagando si este lamentable crimen estaría vinculado con algún tema de ajuste de cuentas por narcotráfico, pues la Policía señaló que los hermanos Castrillón Guevara eran cuñados del extraditable Luis Eduardo Bonza Ortega, detenido en noviembre de 2017 por lavado de activos y solicitado por una corte de Puerto Rico, tras señalarlo de enviar cocaína a ese país.
Según las investigaciones, por once años, Bonza Ortega acumuló un patrimonio valorado en al menos $15.000 millones, que le fue decomisado en marzo de 2019, por las autoridades con una medida de extinción de dominio a 19 bienes en Cúcuta, Villa del Rosario y Los Patios.
Para esa fecha, funcionarios de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Mecuc, en coordinación con la Fiscalía Especializada de Extinción del Derecho de Dominio, aplicaron esta medida a cuatro apartamentos, seis casas, dos fincas, dos locales, dos establecimientos comerciales, un parqueadero, un lote y 76 cabezas de ganado.
Bonza fue capturado en el apartamento 401 de un edificio ubicado en la calle 8AN con avenida 9E, del barrio Guaimaral, por soldados de la Trigésima Brigada del Ejército y miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, por el delito de lavado de activos y porte ilegal de armas.
Los uniformados hallaron en el apartamento una caleta compuesta de $2.600 millones en efectivo, en denominaciones de $20.000 y $50.000; 19.500 euros y 14.187 dólares.