En las últimas horas se conoció un video sobre la llegada de la comisión del CTI de la Fiscalía al lugar donde se encontraron los restos del pequeño Maximiliano, quien fue hallado tras 36 días de búsqueda luego de que se reportara como desaparecido y de que las autoridades capturaran a seis personas que estarían vinculadas con la desaparición del niño, entre ellas la mamá, la abuela materna, el padrastro y tres personas más, quienes, al parecer también conformarían una supuesta secta satánica.

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Como se ve en las imágenes, los agentes del CTI tuvieron que acordonar una zona boscosa, de trocha, hasta donde llegaron luego de que la madre del menor de edad, quien como los demás capturados permanece con medida de aseguramiento en centro carcelario, les dijera a las autoridades dónde estaba el cuerpo de su hijo de 6 años.

Inicialmente, las excavaciones permitieron encontrar los restos de un niño que coincidía con las características de Maximiliano y pronto fue confirmado que se trataba de él. Estaba enterrado en la vereda Cuturú Alto, ubicada a una hora y media del casco urbano de Segovia, a donde las autoridades fueron guiados por otro de los presuntos implicados en el hecho.

Los agentes del CTI llegaron a eso de las 4:00 de la tarde de este jueves y las labores de exhumación e inspección técnica del cuerpo duraron más de una hora.

Posteriormente, los restos del niño fueron trasladados a la sede de Medicina Legal, en Medellín, donde se está a la espera de que se entregue el dictamen forense que permita determinar la causa de la muerte.

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Este dictamen podría cambiar la suerte judicial de las seis personas investigadas, quienes hasta el momento son presuntas responsables de los delitos de desaparición forzada y tortura. Si los forenses confirman el asesinato, también se les sumará el delito de por homicidio agravado, bien sea como autores o cómplices.

Este caso ha estado rodeado del hallazgo de objetos que confirmarían la existencia de la práctica satánica de parte de los capturados, quienes, al parecer, recurrían a estos ritos para encontrar supuestas guacas de oro en el Nordeste antioqueño. Durante las diligencias de allanamiento, las autoridades encontraron muñecos de vudú, libros de esoterismo y bebedizos que serían usados para estos rituales.

El presunto líder de esta supuesta secta sería el padrastro del menor de edad. Antes de que el niño desapareciera, el hombre habría dicho que el pequeño tenía un espíritu que estaba impidiendo el éxito en el hallazgo de uno de estos tesoros, por lo cual habría convencido a los otros miembros de esta secta que era necesario hacer un ritual para retirárselo.

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Las primeras indagaciones darían cuenta de que todo ocurrió el 20 de septiembre pasado, cuando Maximiliano fue visto con vida por última vez, entrando a la casa de su abuela en el barrio Gaitán, de Segovia, en medio de estrujones,. Esto habría sucedido luego de que uno de los capturados, justamente quien guió a los agentes del CTI en la vereda donde encontraron los restos, transportara en el motocarro al niño y su madre, un vehículo que también usaba para llevar elementos de minería en Segovia y Remedios.

A la mañana siguiente, la madre dijo que el niño había desaparecido cuando lo mandó a la tienda, a las 7:00 de la mañana, pero el relato empezó a ser sospechoso desde el comienzo, porque la tienda la abrían a eso de las 9:00 de la mañana. Posteriormente, se empezaron a conocer los testimonios sobre las supuestas prácticas satánicas y los videos de las cámaras de seguridad dieron cuenta de que la madre estaría mintiendo, por lo cual se produjeron las capturas.

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