Con el fuerte golpe de la pandemia de COVID-19 a las finanzas de las empresas, las operaciones como el factoring ganaron terreno en el mundo de los negocios, ya que se convirtió en el salvavidas de pymes y microempresas para proteger su liquidez o flujo de caja.
Incluso, en Colombia, un reciente reporte de Factors Chain International revela que el volumen de operaciones de factoring en Colombia ya se encuentra cercano a los 5.525 millones de euros y promete crecer en los próximos años, debido a las facilidades que genera en el ecosistema empresarial.
Según Andrés Sarmiento, gerente de soluciones financieras de Suplos, empresa especializada en factoring, este modelo “es una innovadora operación financiera mediante la cual una empresa, generalmente de nivel medio o pequeña, cede o endosa sus facturas a un tercero con la contraprestación de obtener el pago de estas de manera inmediata”.
Sarmiento añadió que se trata de un proceso donde las empresas no afectan su nivel de endeudamiento y pueden olvidarse del papeleo, realizar operaciones 100% digitales, y, sobre todo, evitar la espera de cualquier pago en un plazo mayor de 30, 60 o 90 días.
Pero, ¿qué es lo que más inquieta a los empresarios colombianos sobre este tema? El gerente de Suplos responde:
¿Con el factoring, se deben descontar todas las facturas de mi empresa?
No. Acceder a opciones de financiación no implica que se deba realizar factoring con el 100% de las facturas. Algunas empresas abren la opción a todos sus proveedores, otras a un segmento de proveedores que cumplan con determinados requisitos, algunas toman criterios como los días de pago o líneas de negocio. Lo cierto es que no es una obligación ceder la totalidad de facturas.
¿Cuál es la diferencia entre el factoring y un crédito bancario?
El factoring no afecta los pasivos de las compañías, la capacidad de endeudamiento ni la solvencia de las empresas. Una de las diferencias principales es que no se incrementa la deuda del solicitante, ya que lo que se opera en realidad es la venta de un derecho. Asimismo, el desembolso del dinero se hace en cuestión de horas, mientras que en una línea de crédito se requieren estudios y aprobaciones que pueden tardar semanas.
¿Qué empresas pueden acceder a operaciones de factoring?
El tamaño de las empresas no es un limitante para acceder al factoring. Pueden beneficiarse pymes y grandes empresas que estén legalmente constituidas y emitan facturas por la venta de bienes o servicios.
¿Con el factoring aumentan los costos de las operaciones de mi empresa?
No. En operaciones de factoring se pueden lograr eficiencias en costo por volumen de facturas a negociar, revisar en paralelo opciones de tasa con diferentes entidades financieras, hacer ajustes dependiendo de los días de pago y evitar costos administrativos de cargo mensual.
¿En el factoring, cuál es la diferencia entre “con recurso” o “sin recurso”?
En ambas modalidades se hace referencia a la responsabilidad del emisor de la factura para acompañar en el pago. En el factoring con recurso, la entidad financiera no asume el riesgo de impago por parte del deudor, mientras que en el factoring sin recurso, el proveedor está libre de responsabilidad y quien asume el riesgo es la entidad financiera. Este último es la opción más usada en Colombia.
¿Con la Ley de Plazos Justos, por qué sigue siendo necesario el factoring?
Desde la entrada en vigencia de la Ley de Plazos Justos, las empresas grandes han encontrado formas para seguir obteniendo los mismos días para el pago a sus proveedores, como la exigencia de documentos previos a la factura, por ejemplo: orden de compra, hoja de entrada de servicios, hoja de entrada de mercancías, entre otros. Los tiempos entre cada uno de estos documentos, previo a la factura, hacen que la equivalencia en días en el pago se mantenga en niveles semejantes a los plazos que se tenían previos a la entrada en vigor de esta ley.
¿El factoring es lo mismo que el confirming?
No. En el factoring el protagonista es el proveedor, el cual buscará quién le pueda financiar su factura. En cambio, en el confirming el actor principal es el pagador de la factura, dado que es quien busca habilitar un cupo para ofrecerle a sus proveedores la posibilidad del pago anticipado a descuento.
Es decir, mientras en el confirming se adelanta el pago de las facturas, en el factoring se anticipan los cobros de estas.
Según un análisis de Suplos, en Colombia, los sectores que tradicionalmente más usan el factoring dentro de sus empresas son: Retail, logística, servicios, manufactura y tecnología.
Además, de acuerdo con el World Factoring Yearbook 2020, en el último año, el país se ubicó entre los países latinoamericanos con mayor crecimiento del factoring, con un aumento del 12,9% de las operaciones de este tipo.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion