El poder de persuasión en redes sociales para inducir tratamientos para el manejo de enfermedades como la obesidad, ha llevado a muchas personas a tomar rumbos equivocados.
Para el caso del manejo de la obesidad, seguir recomendaciones para bajar de peso sin fundamento científico o comprar pastillas adelgazantes y recetarios con dietas milagrosas sin base médica son algunos de los errores más frecuentes. Es por esto que, cada vez se vuelve más relevante entender la importancia de acudir con quienes verdaderamente guiarán un proceso satisfactorio.
La obesidad es una enfermedad con tres características que la hacen altamente compleja: es causada por múltiples factores, principalmente, los que tienen que ver con la conducta; es de difícil diagnóstico ya que suele ser considerada como causa de otras patologías, pero no como una en sí misma; y, finalmente, se está convirtiendo en un problema de salud pública que va creciendo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año fallecen unas 2,8 millones de personas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades y profesionales de la salud del mundo por concientizar sobre esta enfermedad, ha sido desafiante abordarla porque, por un lado, aún hace falta mayor comprensión sobre las causas, los síntomas y las consecuencias de padecerla y, por otro, su tratamiento muchas veces se aborda desde solo una perspectiva y como no es de resultados rápidos, las personas suelen abandonarlo.
“La obesidad va más allá del aspecto estético y acarrea graves consecuencias para la salud. Al ser una enfermedad de múltiples causas su manejo se debe realizar a través de un conjunto de acciones que deben ser controladas por varios profesionales expertos en cada área del tema. Este modelo integral de atención permite tener diagnósticos más precisos, por lo que habrá un tratamiento mejor dirigido”, aseguró Óscar Rosero, médico endocrinólogo.
Sin duda, un programa de alimentación saludable y uno de ejercicios, diseñados para cada caso, son la base de cualquier tratamiento para controlar el peso. Pero, para garantizar su efectividad, es necesario acompañarlos de otras herramientas terapéuticas que define cada especialista.
“Somos resistentes al cambio, por eso es mejor hablar de mejorar hábitos entorno a una vida más saludable. Es importante realizar potenciales cambios de forma planeada y organizada con el acompañamiento y la guía de expertos para evitar caer en errores que puedan perjudicar aún más nuestra salud”, agregó el experto.
Así que, para que un tratamiento de control de peso tenga resultados exitosos, se sugiere la intervención multidisciplinar de los siguientes especialistas:
1. Médico internista: es quien hace el primer acercamiento con el paciente y tiene la potestad de dirigirlo a la ruta del manejo integral. Pregunta por sus hábitos de alimentación, de actividad física y estado anímico, que son los orígenes de la patología.
2. Médico endocrinólogo: es el profesional entrenado en temas de obesidad. Evalúa el comportamiento metabólico y hormonal del cuerpo, adicionalmente tiene en cuenta otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión.
“El perfil metabólico determina la respuesta de un paciente de manera individual. Si el estado hormonal no está bien, si tiene resistencia a la insulina o si tienes una tasa metabólica baja de origen genético, la respuesta a un plan nutricional será diferente para cada caso. Cada paciente encara un mundo diferente y hace necesario dirigir de forma personal la guía que lleve a conseguir una mejoría en su estado general”, enfatizó Rosero.
3. Nutricionista: es quien diseña la dieta que ayudará con el control del peso y hace las modificaciones de acuerdo a la intervención que se vaya requiriendo con el paso del tratamiento.
4. Deportólogo: hace ejercicios adecuados y personalizados para que el paciente tenga los resultados deseados, pues según el experto, “debemos concebir la actividad física no como una vía para perder peso, si no como una vía metabólica para mantenernos sanos, para nuestro corazón y nuestro estado de ánimo. Ninguna medida o acción realizada de manera aislada ha demostrado ser altamente efectiva. Tanto nutrición, actividad física como bienestar en general deben estar combinadas”.
5. Apoyo psicológico: muchas veces, los trastornos de la alimentación tiene un origen psicológico que es clave entender para ofrecer un tratamiento viable para el control del peso. La creación de conceptos y sentimientos negativos sobre el cuerpo, pueden llevar al desarrollo de múltiples trastornos de salud mental que deben ser adecuadamente manejados.
Finalmente, el acompañamiento de la familia y del círculo social del paciente es clave para la adherencia de este tratamiento. Así mismo, la comunicación constante entre el grupo de médicos tratantes y el paciente para acompañar mejor el proceso.
Con información de Dattis