Frente al aumento de casos de fiebre amarilla en el país y las 22 muertes asociadas a esta enfermedad, el Ministerio de Salud ha emitido una alerta epidemiológica en las regiones más afectadas, como Tolima, donde se han presentado 41 de los 54 casos reportados este año, además de Caldas, Caquetá, Meta y Putumayo.
Mediante la Circular 012 de 2025, el Ministerio de Salud instó a gobernadores y alcaldes a declarar la emergencia sanitaria en los territorios que presenten casos confirmados en los últimos seis meses, o que evidencien desplazamiento del virus hacia nuevos focos.
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La alerta incluye acciones de contingencia como: intensificación de la vigilancia epidemiológica, vacunación masiva, control vectorial, educación comunitaria y fortalecimiento de la atención clínica.
Fuera de los señalados, en el país cerca de 400 municipios están en alto riesgo por esta enfermedad y en el caso específico de Norte de Santander, la alerta se mantiene en 17 entidades territoriales.
Se trata de los municipios de Ábrego, Convención, Cáchira, Cúcuta, El Carmen, El Tarra, El Zulia, Hacarí, La Playa de Belén, Ocaña, Puerto Santander, San Calixto, San Cayetano, Santiago, Sardinata, Teorama y Tibú.
De acuerdo con Fernando Álvarez, director del Instituto Departamental de Salud, IDS, el alto riesgo persiste en la entidad desde el último brote que se presentó en la región del Catatumbo entre los años 2003 y 2004.
Desde entonces en el departamento se ha mantenido un seguimiento riguroso sobre la enfermedad, implementando casi que de manera permanente los programas de vacunación, lo que ha permitido un control de la enfermedad.
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En este sentido, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud, en 2024 la cobertura de vacunación contra la fiebre amarilla fue prácticamente total en los principales grupos de riesgo, pues en la población de 1 a 18 años el índice inmunización fue de 96.2 por ciento; mientras que en el 19 a 59 años fue de un 98,1%.
Entre tanto, a corte de febrero de 2025 el número de niños y niñas menores de un año de edad vacunadas era de 3.535, equivalente a un 17,58% por ciento de la meta establecida en el año, que es de 20.122 infantes.
No obstante, pese a no presentar casos, las autoridades sanitarias mantienen la invitación abierta a la vacunación, que es la forma más simple y sencilla de mantenerse protegidos contra la enfermedad.
De acuerdo con el Minsalud, la inmunización tiene un 99% de efectividad 30 días después de la aplicación, aunque se comienzan a generar defensas desde el día 10.
Cúcuta intensifica la vigilancia
Los protocolos de control y vigilancia están activados igualmente en Cúcuta, donde si bien tampoco hay casos, “debemos estar atentos, por eso hemos intensificado todas las acciones de vigilancia en salud pública; además, queremos invitar a la comunidad a vacunarse contra la fiebre amarilla”, manifestó en días recientes la secretaría de salud, Taiz del Pilar Ortega.
Señaló que la vacuna es gratuita y está disponible desde los 9 meses de edad, sin límite máximo, recalcó que estas dosis pueden aplicarse en todas las IPS públicas y privadas del municipio, en los puntos de afluencia de viajeros como el puente internacional Francisco de Paula Santander, el aeropuerto Camilo Daza y la Terminal de Transporte.
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Además de la vacunación, la secretaria señaló que es fundamental prevenir la proliferación del mosquito transmisor, lavando tanques con cepillo y cloro, eliminando aguas estancadas y manteniendo los espacios limpios, tanto en zonas urbanas como rurales, especialmente en sectores como Aguaclara.
La letalidad de la fiebre amarilla
Zulma Cucunubá, epidemióloga y directora del Instituto de Salud Pública de la Universidad Javeriana, explicó que la fiebre amarilla se transmite a través de mosquitos, que originalmente han adquirido el virus de poblaciones de animales en áreas selváticas, y que con los cambios medioambientales y demográficos de las últimas décadas se ha esparcido por diferentes lugares del continente.
En cuanto a la letalidad de la enfermedad, el propio ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, alertó a la población sobre la gravedad de esta enfermedad, e indicó que puede producir hasta un 50% de mortalidad.
Actualmente en el país, de acuerdo con el último boletín del INS, la letalidad de la fiebre amarilla es del 40%, es decir, de cada 100 infectados 40 no sobreviven a la enfermedad. La razón es que al complicarse la enfermedad, produce serias afectaciones al hígado y los riñones.
En esta ocasión el ministro Jaramillo ha manifestado preocupación por el hecho de que 15 de los más de 50 casos confirmados corresponden a mayores de 60 años, tendencia que obligó a modificar los lineamientos de vacunación y a intensificar las acciones en campo.
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