A pesar de los esfuerzos de la Fuerza Pública por mitigar el impacto del paro armado de 72 horas convocado por el Eln en todo el país, Norte de Santander es uno de los departamentos que registra mayores afectaciones en todos los ámbitos.
El temor generalizado infundido por este grupo armado en todo el departamento, a través de acciones como el abandono de pipetas presuntamente cargadas de explosivos -detonadas de manera controlada por el Ejército- además de banderas y pintas, ha provocado serias restricciones en la movilidad, afectando tanto el transporte de personas como mercancías.
En este sentido, representantes de los diferentes gremios del departamento estiman que, en lo económico, el golpe será de considerable magnitud.
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Francisco Unda, presidente de la Asociación Nacional de Industriales -ANDI- en Norte de Santander, señaló que este paro produce un serio perjuicio en una época como la navideña, en la que había una gran expectativa de recuperación para muchos sectores comerciales.
Unda indicó que “esta situación obviamente hace que el flujo regular de personas o de mercancías se vea afectado, generando incertidumbre, pues se está movilizando menos carga y menos personas. Hay un impacto fuerte en el comercio, porque hay nerviosismo de la gente por lo que pueda suceder. Esperemos que no se extienda para que no sean unas pérdidas generalizadas”.
Aunque el mayor impacto se ha evidenciado en las vías, durante el fin de semana, en el área metropolitana de Cúcuta también bajó notablemente la afluencia de personas en centros comerciales, restaurantes y lugares de esparcimiento, ante el temor que producen estas acciones intimidantes.
Por su parte, Asis Gómez, de la Asociación de Comerciantes de Ocaña, señaló que la parálisis del comercio en el municipio es total y es muy lamentable, porque a la afectación acumulada del año, que estaba por el orden del 60-70%, se suma ahora esta situación que golpea aún más el negocio local.
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“Esperábamos subsanar ese desbalance de caja que se ha tenido, pero no, la afectación es total y los reportes de los diferentes comerciantes son desoladores”, manifestó Gómez.
Poco transporte público
Desde las terminales terrestres, tanto de Cúcuta como de Ocaña han manifestado una gran incidencia del paro en la operatividad del servicio, sobre todo hacia la zona del Catatumbo.
Belkys Forero, gerente de la central de transportes de la capital nortesantandereana, señaló que desde el inicio del paro armado, el pasado domingo 14 de diciembre, la afectación fue instantánea.
En el caso de los despachos hacia el Catatumbo y Puerto Santander, donde se registró hostigamiento con fusil a una estación de Policía, que dejó un civil muerto, fueron cancelados.
Señaló que esta paralización afectó directamente a siete empresas, cerca de 226 vehículos, que normalmente movilizan poco más de 1.100 personas diarias, hacia los diferentes municipios de la subregión, como Sardinata, Tibú, La Gabarra, El Tarra y Convención.
Indicó que en un 50 por ciento continuaron prestando servicio las empresas con destinos nacionales, así como las intermunicipales, por ejemplo, las que iban hacia Chinácota o Pamplona.
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En la terminal de Ocaña, hasta ayer, el porcentaje de afectación estaba sobre el 70 por ciento, según su gerente Jules Almanya, quien señaló que el domingo de 100 vehículos que normalmente salen, apenas 30 prestaron servicio; mientras el lunes, de 130 previstos para trabajar, apenas habían salido 13 unidades con 96 personas a bordo hasta el mediodía.
Señaló que las empresas que cubren rutas nacionales también habían paralizado su operación casi todas, a excepción de una que mantenía despachos hacia Medellín y Bogotá; mientras que las rutas hacia Cúcuta, Bucaramanga, Maicao, Barranquilla y Santa Marta fueron cerrados.
Indicó que el impacto en la movilidad es sobre alrededor de 500 o 600 personas que usualmente se mueven por esa terminal hacia los referidos destinos.
Paralización total del transporte de carga
En cuanto a la operatividad del transporte de carga, tanto de hidrocarburos como de mercancías, se reportó paralización total desde el pasado domingo.
Henry Pacheco, transportador del sector, señaló que producto del paro armado la orden fue detener todos los vehículos hasta nuevo aviso; señaló que las pérdidas de momento son incalculables, así como la afectación de personas, no solo quienes trabajan en el sector, sino también de las que se sirven del producto.
Explicó que la paralización impacta directamente entre 40 y 50 vehículos que trabajan directamente con Ecopetrol y que registran pérdidas en situaciones como estas; pero adicionalmente sostuvo que el efecto también es grande por la temporada, ya que en condiciones normales aumenta la demanda de combustibles por la cantidad de personas que salen de viaje para las fechas de Navidad y Año Nuevo, en este momento son ganancias que dejan de percibirse.
Llamado de la Defensoría
Frente a estos hechos la defensora del Pueblo, Iris Marín, hizo un llamado al Eln para que levantara de inmediato y sin condiciones el paro armado, recordando que esta es una acción que lo aleja de la paz.
“Exhortamos también a las autoridades nacionales y también a las territoriales a reforzar las medidas de prevención y protección en las zonas más expuestas, priorizando siempre la seguridad de la población civil”, dijo Marín.
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