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El complejo panorama de la misión médica en medio del conflicto armado en el Catatumbo
IDS, con respaldo del Minsalud, decidió suspender jornadas de promoción y suspensión como medida de protección a los profesionales de la medicina.
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María José Salcedo
Miércoles, 19 de Febrero de 2025

El Instituto Departamental de Salud en Norte de Santander anunció que adoptará medidas de seguridad urgentes para proteger la vida de los médicos y enfermeras que hacen parte de la misión médica que presta el servicio en los municipios de la subregión del Catatumbo, impactados por el conflicto armado.

La decisión se dio luego de que una ambulancia, con un equipo médico a bordo, quedara en medio del fuego cruzado de los grupos armados que se enfrentaban en ese momento en la vereda Piedras de Moler, zona rural de Teorama, el pasado lunes 17 de febrero. 

La principal determinación, acordada por el IDS, la Red de Empresas Sociales del Estado (Eses) del Catatumbo, con el respaldo del Ministerio Salud, fue la suspensión temporal de toda actividad extramural, es decir, todo lo que tiene que ver con jornadas de promoción y prevención en el territorio. 

Fernando Álvarez, director del IDS, aclaró que esta medida no significa el cese de la atención en urgencias y emergencias, sino que busca proteger la vida e integridad del personal de salud que trabaja en la región. 

Explicó que las actividades suspendidas son las relacionadas con atención primaria, como jornadas de atención odontológica, vacunación, citas médicas, nutrición, atención psicológica y psiquiátrica. 

¿Cuál es la situación de la misión médica? 

La Opinión conversó con Chirley Caro, gerente de la Ese Hospital Regional Noroccidental, que comprende los municipios de Ábrego, El Carmen, Convención y Teorama, para conocer cuál es la situación de la misión médica en la zona del Catatumbo. Caro aclaró, en primera instancia, que la situación que se presentó con el cuerpo médico en zona rural de Teorama no se trató de un ataque directo, sino una mala coincidencia.

Contó que la misión médica partió desde San Pablo por la presión de la comunidad y líderes, que les alertaba de la existencia de tres heridos en la zona, sin embargo, luego del incidente no supieron más del traslado de heridos, ni a Teorama, ni a Convención, que es el otro municipio cercano. 
 


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Asimismo, señaló que aunque inicialmente se dijo que el vehículo había sido impactado por un proyectil, luego de una revisión se confirmó que no fue así y que todo el personal resultó ileso. 

La gerente no restó importancia al hecho, sin embargo, señaló que “esto es el Catatumbo”, reconociendo de alguna manera que el conflicto armado es parte del día a día, con el que se aprende a convivir. 

Aseguró que situaciones hostiles contra el personal médico ya se han presentado muchas veces, sobre todo en los últimos 15 o 20 días desde que iniciaron los enfrentamientos. 

Indicó que oficialmente hay nueve infracciones reportadas en el Crue -Centro Regulador de Urgencias y Emergencias- aunque aclaró que no todas están asociadas con grupos armados, sino incluso con familiares de pacientes que amenazan al personal médico para que brinden la atención. 

La gerente expresó que su principal preocupación ahora es la contención emocional del personal afectado por el episodio en Teorama, especialmente el médico, pues “para esta zona es muy difícil conseguir personal y tengo entendido que ya quiere renunciar”, dijo Chirley Caro. 
 

La misión médica está en riesgo en el Catatumbo.
Sobre las medidas adoptadas 

El personal médico que ha sufrido amenazas e intimidaciones en el desarrollo de su misión ha sido el encargado de las brigadas de vacunación. Ha pasado en las zonas rurales de los municipios del noroccidente, pero también en Ocaña, San Calixto y Tibú. 

En este sentido, para Chirley Caro las medidas de protección adoptadas para el personal médico son oportunas por el contexto, pero espera que la situación pueda superarse rápidamente, ya que la suspensión de las actividades extramurales perjudican a los usuarios de las zonas más apartadas. 

No obstante, indicó que esta situación también perjudica a las Eses, “porque bajamos productividad ¿Cómo le respondemos a las CAPVs? ¿Cómo le respondemos al municipio? ¿Cómo le respondemos al ministerio, en cuanto a la actividad en vacunación. O sea, aquí todo todo se daña. Entonces esperamos que esto se pueda subsanar rápidamente”. 

Sin embargo, frente a esta preocupación, de acuerdo con el comunicado enviado por el IDS, el Ministerio de Salud podría relajar las exigencias en esta zona de Norte de Santander, afirmando que “la protección de la vida está por encima de cualquier indicador de gestión”. 
 


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Ahora, en lo que respecta a la prestación de servicios, tal como lo aseguró el IDS, se seguirán atendiendo los usuarios, solo que de manera exclusiva en los centros de salud ubicados en los centros urbanos, no habrá actividad en las veredas. 

Respecto al traslado de pacientes en ambulancia, Chirley Caro indicó que se acordó el establecimiento de perímetros seguros, esto quiere decir que el personal médico no se trasladará hasta las veredas sino hasta un punto intermedio entre el casco urbano y la zona rural. 

“Las veredas pueden estar a 25, 30, 40 o 45 minutos de distancia, entonces la idea es esa, no poner en riesgo ni al personal ni al paciente”, dijo Caro.

 

El Catatumbo padece escasez de personal médico en zona rural.
Zona rural adolece de personal de salud

La difícil situación que se presenta con la prestación del servicio médico en Norte de Santander por cuenta del conflicto armado, coincide con los resultados del informe Índice de Salud Rural 2024, realizado por el Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud, que en su segunda edición determinó que el departamento es uno de los que presenta mayor escasez de médicos generales. 

De acuerdo con este informe, 13 municipios de Norte de Santander obtuvieron un puntaje de 0, por contener densidades muy bajas, de los cuales seis registraron densidades por debajo de 1 médico por cada 10.000 habitantes, estos son: Convención, Arboledas, El Tarra, Cachirá, La Esperanza y El Carmen.

Justamente en ese grupo se encuentran tres municipios que hacen parte de la subregión del Catatumbo y que podrían ver agudizada su situación, consecuencia del conflicto armado. 


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Chirley Caro señaló que actualmente la region noroccidental cuenta con 21 médicos contratados y cuatro de servicio social obligatorio, insuficiente para brindar la cobertura necesaria. “En este momento estamos necesitando médicos de manera urgente en Convención, El Carmen, Teorama”, dijo, y recalcó que en El Acerrío llevan 2 años sin un profesional de la medicina.

Dijo que frente a esta escasez de personal, eran las brigadas médicas las que cubrían esas necesidades básicas de atención en las poblaciones alejadas, que ahora quedan en una situación desamparo por la suspensión temporal como medida de seguridad.

 En lo que tiene que ver con la Ese Hospital Regional Sur Oriental, de acuerdo con su gerente, Katherine Calabro, también se presenta dificultad para contratar personal en Samoré, Gibraltar y San Bernardo, ubicadas en corregimientos rurales dispersos del municipio de Toledo; así como en Ragonvalia, aunque el motivo es la distancia y no por presencia de grupos armados. 

 

 

 

 

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