Abril de 2021 fue el mes más exitoso, de momento, en la corta carrera profesional de la tenista cucuteña María Camila Osorio Serrano, la mejor jugadora del país según su clasificación mundial (118).
A sus 19 años, el pasado 11 de abril Osorio levantó su primer título en el circuito WTA al imponerse en la final de la Copa Colsanitas ante Tamara Zidansek, con parciales de 5-7, 6-3 y 6-4.
En el torneo disputado en arcilla, en Bogotá, la talentosa jugadora pudo vencer a dos rivales del Top 100, triunfos que nunca antes había obtenido.
Aunque algunos afirmaron que el triunfo en parte se dio por ser local, olvidan que María Camila entrena en un Cúcuta, una ciudad sobre los 300 metros sobre el nivel del mar, muy diferente a Bogotá que supera los 2.600.
El buen tenis demostrado, en parte conseguido gracias al trabajo del entrenador español Ricardo Sánchez, fue revalidado días después, en Charleston, Estados Unidos.
Allí, en una superficie de tierra batida verde, la rojinegra alcanzó las semifinales superando a otras dos rivales Top 100.
La Opinión habló con la deportista sobre aquellas dos semanas en las que ascendió más de 60 puestos en el ranquin WTA.
María Camila, ¿cómo vivió esos dos torneos que revalidaron que usted es la mejor tenista del país en el momento?
La verdad fueron semanas increíbles, muy positivas. Aproveché mi oportunidad. Venía siendo un principio de año muy difícil, se me había escapado la qualy al Australian Open, estaba triste por eso pues venía preparándome muy fuerte para dar ese paso a la profesional.
Llegué a Bogotá con la ilusión de ganar, pero ya cuando lo gané no lo creía. En Charleston tenía planificado jugar la qualy, pero llegue al cuadro por medio de un special.
A lo que entré en primera ronda, me tocó con una chica que estuvo entre las 30 mejores del mundo. Sabía que era un partido durísimo, era la siembra dos del torneo y bueno lo saqué adelante.
Pasaron los días y no caía en cuenta de lo que estaba haciendo, solo estaba feliz y disfrutando del momento y la oportunidad.
Creo que en las semis, estaba muy agotada, no había jugado a ese ritmo, pero bueno, tomo lo más positivo que fueron 8 victorias en 9 partidos. Estoy feliz y con mucha confianza para lo que viene.
En Estados Unidos inicia contra Magda Linette, puesto 51 del mundo, es el triunfo contra la mejor rival calificada hasta ahora, ¿intimidaba?
La verdad creo que no. Me acuerdo que mi entrenador estaba pensando y me estaba dando la táctica, confiaba en mí. Me decía que lo tomara con calma. La misma noche que gané en Bogotá y viajamos, él me dijo después de toda la charla: te toca contra Linette. Era durísimo. Había jugado contra Top 100, pero Linette es un nombre muy conocido en el circuito.
No entré con nervios, tenía muchas ganas de jugar el partido, de mostrar mi tenis y medirme contra una chica que tenía mucha experiencia.
Creo que lo hice muy bien. Estuve 5-3 abajo en el tercero, no me rendí y pude salir adelante. Estoy bien y me estoy sintiendo con confianza. Igualmente sigo trabajando porque esto es de mucho trabajo y sacrificio. Siempre de la mano de Dios.
En los octavos se enfrenta a la local Christina McHale (91 del mundo), ella tuvo dos saques para partido, creí que el cansancio ya le iba a pasar factura pero usted remontó, ¿cómo lo hizo?
No pensé en el score. No pienso mucho en el marcador. Solo pienso en jugar pelota a pelota. Jugar lo mejor que pueda cada punto y me está dando resultado al final. Creo que si pensaba que iba abajo, hubiese perdido la cabeza. No me enfoque en eso, sino en lo que venía haciendo.
Me sentía jugando bien, la otra jugaba excelente, yo trataba de salir de ese mal momento. En un punto empecé a errar más de lo normal pero bueno, lo pude sacar adelante.
En el siguiente partido se da el gesto lindo del campeonato. Abraza a su rival, Clara Tauson, quien se retiró por una lesión de rodilla, ¿qué le dijo en medio de ese abrazo?
Ya habíamos compartido en el circuito en varias ocasiones. Cuando se puso así me dio tristeza porque me puse en los zapatos de ella. Me imaginé lo que sentía. Solo quería darle ánimo y apoyo. Le dije que estaba bien, que no se preocupara, que esperaba que se recuperara pronto y el abrazo.
Llegan las semifinales contra Astra Sharma, a la postre campeona, ¿cómo afrontó ese partido?
Ella estaba con confianza. Jugó muy bien, tuve oportunidades y se escaparon. No fueron más errores míos, fueron virtudes de ella. Estaba muy agotada, físicamente no daba más. Le decía a mi entrenador que estaba cansada. Ella juega excelente.
¿Queda una espinita? ¿Ganas de volverla a enfrentarla? Sharma también la venció en dobles, en Bogotá
No es una espinita, es normal, es un partido. Yo me enfrento con muchas jugadores, trato de mejorar para mí y no para ganarle a otra jugadora.
El partido se acaba y usted termina sonriendo. Muchos tienen una primera reacción de frustración o inconformismo pero lo suyo fue una sonrisa, ¿qué significaba?
No estaba feliz, no estoy cómoda de haber perdido. A nadie le gusta perder, todos entramos a ganar pero al final es un juego y yo no me quedo con nada porque lo entregué todo. Salgo sonriente, tranquila y feliz fue porque lo di todo, no me queda nada por reprochar. Lo di todo, ella jugó excelente pero no di físicamente.
Estaba tranquila, relajada, feliz por las dos semanas tan buenas.
¿Influyó mucho el público de Bogotá para ganar la Copa Colsanitas?
Sí, era importante, siempre se siente el apoyo, el ánimo. Es muy importante, muchas veces lo levanta a uno en momento importantes.
¿Tuvo nervios al empezar perdiendo en la final ante Tamara Zidansek? Fue su primera final en el circuito
La verdad estaba concentrada en sacar el partido. De hecho cuando perdí el primero estaba nerviosa, porque quería ganar, estaba tensionada. Quería jugar como venía jugando. No me sentía cómoda, a parte tuve chance en el primero, en el segundo me relajé y al final lo pude sacar.
Con sus presentaciones dejó en lo más alto el nombre de Cúcuta, ¿la llena de orgullo representar a la ciudad?
Soy la persona más orgullosa de representar a mi ciudad, a mi departamento y a mi país. En todos lados que voy soy de Cúcuta y estoy orgullosa de decir que vengo de esta ciudad.
Me llena de felicidad saber que puedo representar de una manera positiva a todos los cucuteños.
Me gusta y me gustaría dejar una huella, una marca, una buena imagen de nosotros que somos guerreros, luchadores y trato de mostrar eso. Y también que somos alegres, personas muy alegres.
Cuando ganó el US Open Junior se puso una carga grande que le generó bastante presión, ¿ahora que ganó en Bogotá el panorama es igual?
Estoy tratando de no pensar eso. Con el US Open fue una buena experiencia porque aprendí que no debía hacer, que no debía pensar. Trato de no pensar en ese momento.
Estoy tranquila, siento que estoy jugando muy bien, pero no me siento como en ese momento que me sentía como la mejor del mundo, era así, pero en juvenil no profesional (risas).
¿Qué tanto ha influido el trabajo del profe Ricardo Sánchez?
Creo que Richi ha sido una parte fundamental de este proceso. Él confía mucho en mí, en mi tenis, hemos trabajado en absolutamente todo, en todos los tiros, golpes, en ser más ordenada en la cancha. No tenía un patrón jugaba a lo que saliera. Confiaba en los instintos hacía lo que sentía.
Me siento tranquila pues ahora no entró a la cancha a ver qué pasa sino con un orden.
Se viene Belgrado antes de disputar el qualy del Roland Garros, ¿cuál es la meta en estos torneos?
Voy con la ilusión de ganar y de dar ese paso a la profesional. Quiero entrar al top 100, jugar los cuadros principales de los Grand Slam. Empezar a subir jugando este tipo de torneos.
¿Está cerca de jugar el Roland Garros?
Creo que es relativo, estoy cerca pero tengo que ganar tres partidos. Son chicas buenas, competitivas, sé que va a ser difícil. Esperemos de la mano de Dios se den las cosas.
Trato de tener los pies en la tierra, seguir trabajando. Gané un título y está bien, pero falta muchísimo.
Estoy cerca de la otra meta del Top 100, es un paso más difícil entrar entre las 100 mejores es difícil, luego a las 50 más y a las 20 mucho más. Toca ir con calma y con pasos firmes.