Detrás de los grandes campeones, siempre habrá un entrenador que sirve de encendedor para hacer explotar los mejores dotes y el talento innato de los deportistas.
En el caso de María Camila Osorio Serrano, la mejor tenista de Colombia en la actualidad, está el español Ricardo Sánchez, un experimentado hombre de tenis que ha impulsado, desde sus enseñanzas, el juego de la cucuteña en el circuito profesional.
Sánchez, de 61 años, está con María Camila desde octubre del 2019, justo después de que la deportista rojinegra se coronara campeona del US Open Junior y empezara a preparar su etapa como profesional.
Su llegada, sin duda, fue una elección acertada. El nacido en Almería tuvo bajo sus enseñanzas a la también cucuteña Fabiola Zuluaga, con quien pudo alzarse en tres Copas Colsanitas, torneo ganado el mes pasado por Osorio.
Tras un abril impresionante en donde María Camila ganó 8 de 9 partidos, venció a cuatro jugadoras del top 100 y además del título en Bogotá llegó a las semifinales del WTA 250 de Charleston, La Opinión habló con Sánchez sobre la actualidad de la cucuteña antes de que viajen a Europa a preparar el qualy del Roland Garros.
Profe, ¿qué proyecciones tiene para lo que se viene? Viajan a Roma y Belgrado antes de buscar la clasificación al cuadro principal del Roland Garros
Desde que llegamos de Charleston, hemos estado trabajando para la gira de Roland Garros.
Ella terminó bastante cansada, no estaba acostumbrada a jugar a este nivel y todo en el tenis es un proceso y hábitos. Decidimos en vez de ir a Madrid, quedarnos a entrenar acá (Cúcuta).
Hemos decidido ir a Roma, vamos a ver si podemos volar pero todos los objetivos están marcados en ir al Roland Garros, es el más importante para nosotros en este momento. Ojalá lo podamos hacer bien.
¿Cómo llegan a esta gira? Vienen de un mes intenso
María Camila viene con mucho ritmo y confianza. Ahora está como en la salida de la Champions League, cada día jugará con el Real Madrid, Barcelona, el Múnich, con los grandes. Todos los partidos de ahora serán finales.
Nos va a dar, de aquí a final de año, una alegría más grande de la que nos dio en la Copa Colsanitas, que fue buena.
Ricardo, hace poco Fabiola Zuluaga nos comentaba que usted le ha dado orden al juego de María Camila, le ha fortalecido el saque y otros puntos, ¿cómo toma ese comentario?
Fabiola para mí, aparte de ser mi alumna, somos como familia, hablamos todos los días. El salto que ha dado el nivel de tenis de Camila es bastante espectacular.
En Cúcuta no tenemos las herramientas, como decimos en España, tenemos que buscar las habichuelas para encontrar sparrings.
¿Fue sorpresa el título de Bogotá?
Lo de la Copa Colsanitas no fue una sorpresa. Antes de ese torneo estuvimos en Monterrey donde venció a dos rivales muy buenas.
Le dije a su papá: Camila en tres meses va a pegar el salto. Y me equivoqué, lo pegó dos semanas más tardes.
Muchas personas pensaban que tenía ventaja por ser en Colombia, que la altura parecía una casualidad. Fabiola tuvo ventaja por entrenar en Bogotá, pero Camila lo hace acá en Cúcuta.
En Charleston pudo demostrar que lo de Colombia no fue casualidad. Superó a jugadoras con ranquin mejor. Se quedó en semis porque sin energía, ya era normal.
Con lo demostrado en estos dos torneos, ¿el nivel de María Camila está en lo más alto?
Camila hoy en día está a nivel. Ganará y perderá partidos porque todos pierden, pero ya estamos en la línea de como digo, Champions League.
Ahora hay que trabajar, tener los pies en el suelo, no hay que pensar que esto es el fin sino que su carrera hasta ahora empieza y ya los objetivos es mentalizarla para que los Grand Slam los pueda ganar y en un futuro pensar en ser la número uno o estar entre las diez. Vamos poquito a poco. Creo que en dos años estará arriba, donde están todas las grandes.
¿La ve jugando el cuadro principal de este Roland Garros?
La veo jugando Roland Garros. Hay que ver las rivales del qualy. Si fuésemos ganado la semifinal en Charleston, hubiésemos acabado entre las 100 primeras y eso hubiese abierto más puertas pero estamos ahí. Con fe y la ayuda de Dios iremos para arriba.
Profe, no hay que restar su mérito en estos logros. ¿Cómo ha tomado el reconocimiento de los medios, la gente del tenis, los seguidores, por el salto de calidad de María Camila?
Yo lloré por emoción tres veces. Te emociona porque el reconocimiento al trabajo es importante pero también no hay que dar el mérito al entrenador, el 90% es del jugador.
Repito, si al entrenador le dan un Renault 5 no puede convertirlo en Ferrari. Ahora lo que dije yo aquí hace dos años, Camila era un Ferrari por pulir y ya se está puliendo.
Ya tiene un sistema de juego, ya mejoró en su saque, defiende mejor. En la pista, como digo yo, mueve las fichas como el ajedrez, ya va cogiendo su patrón de juego. Va en la universidad del tenis: cada vez que pierdes tienes que aprender porqué perdiste, para trabajar. Si uno es inteligente, cada semana va trabajando y mejorando.
¿Qué falta por mejorar?
Camila no tiene huecos, hay fisuras que trabajamos mucho como en el segundo saque, las bolas cortas, puntos cortos. Cuando está cansada de jugar, trabajamos lo que yo llamo punto ganador, para que en ese momento haga las jugadas más cortas.
¿Se le da de mejor forma a María Camila en la arcilla?
En todas las superficies le va bien. Pero creo que donde mejor va a jugar será en Wimbledon por su característica de saque abierto, el slice, la volea, eso le va a sacar más rendimiento.
¿Amando cada vez más a Cúcuta?
Cúcuta ya es como mi ciudad. Como lo digo, que viva Colombia porque este es el país que me ha dado muchas cosas. A España y Colombia los llevó en mi corazón.