Dentro de dos días está prevista la reapertura vehicular por los longevos puentes internacionales que unen a Norte de Santander con Táchira, así como el estreno de Tienditas que, a partir el 1 de enero, será llamado Atanasio Girardot. Sin embargo, una situación preocupa a la ciudadanía: ¿qué pasará con la demanda de combustible en Colombia?
Las autoridades de ambos países aún no han informado sobre cómo se hará el ingreso de los vehículos en ambos lados. Mientras tanto al estado Táchira volvieron las largas colas para abastecerse de gasolina, un problema que se creía superado tras la promesa de los entes gubernamentales en la campaña electoral de 2021.
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Este fin de año, en gran parte de Venezuela se registra escasez de combustible, y la región fronteriza no escapa a la crisis; de hecho, el racionamiento de gasolina a precio internacional de 0.50 dólares ($2.400 aprox.) por litro comenzó allí antes que en el resto del país.
La Mesa de Combustible del estado aplicó a mediados de octubre un plan piloto de despacho del producto, debido al retraso de llegada de las gandolas por el mal estado de las vías, tras las fuertes lluvias, pero dicho plan de emergencia se extendió hasta el fin de año.
Este 31 de diciembre, las estaciones de servicio surtirán combustibles solo hasta el mediodía, según el sorteo de placas que corresponda ese día. Por ahora, solo se están atendiendo tres terminales numéricos de placas por día, de lunes a sábado, en un horario comprendido de 6:00 de la mañana a 6:00 de la tarde.
Fuentes vinculadas al sector de estaciones de servicio del Táchira expusieron que fue regulado el despacho de gasolina subsidiada que se paga a un monto insignificante a través del Sistema Patria, y solo están incluidos sectores como el de salud, ganadería, agro e institucional, mientras que el resto de la población debe pagar el precio internacional establecido.
La venta de gasolina a precio internacional puede alcanzar volúmenes cercanos al 40% en el centro del país y el resto es gasolina subsidiada, a diferencia de la entidad fronteriza, en donde más del 70% de la gasolina es a precio internacional y un 25% de gasolina es subsidiada, según el sector.
Se estima que en la región solo están ingresando entre 11 y 13 tractomulas, motivo por el cual no se ha retornado a la normalidad en el despacho.
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Esto conlleva a que los tachirenses se movilicen menos en sus vehículos durante estas fiestas de fin de año, dejen de visitar a sus familiares y decidan no salir a paseos durante el 1 de enero, como es costumbre.
En varias regiones de Venezuela existe escasez de combustibles, lo que ha originado protestas en algunas entidades, y ha conllevado a que los venezolanos pasen los últimos días de 2022 en enormes colas.
Es de resaltar que la Mesa de Combustible no ha informado sobre cuál será el plan a seguir para los autos con placas colombianas.
Gremios de estaciones no prevé más demanda
María Eugenia Martínez, directora ejecutiva de la Asociación Estaciones de Servicio de Norte de Santander (Asesnort), afirmó que el país vecino normalizó la producción de combustible en sus refinerías, pero sí tiene dificultades en la distribución por fallas en el transporte y los problemas en sus vías.
“Ellos –los venezolanos– tanquean normalmente, no dependen del combustible de Norte de Santander; están produciendo, inclusive, más que nosotros. Por eso, no creo que se genere una demanda adicional con la reapertura vehicular”.
Martínez afirmó que tampoco se sabe cómo se hará el ingreso de los vehículos de Venezuela y hasta dónde van a llegar. “Con el caos vehicular que tenemos en Cúcuta, se deben tomar medidas para no colapsar más el tráfico”.
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Pico y placa ‘serio’
Desde algunos gremios se ha hablado de implementarse una medida de restricción por día para el ingreso de los vehículos desde el país vecino. Juan Carlos Bastos, presidente del Sindicato de Taxistas de Norte de Santander (Astans), abogó para que se implemente un “pico y placa serio, para que Cúcuta pueda moverse, pues, hay mucha congestión vehicular”.
También estamos pidiendo que la gasolina subsidiada sea para los carros del área metropolitana de Cúcuta, porque en Venezuela nosotros no podemos tanquear. Porque si se nos llevan la gasolina subsidiada, entonces nos va durar –el cupo– hasta el día tres del mes; ahora nos dura hasta el 15 de cada mes”.
¿Y las estaciones internacionales?
William Gómez, experto en aduanas, comercio exterior y temas de frontera, señaló que hay desinformación sobre cómo se hará la reapertura vehicular, por lo que no se sabe si implementará el vigente Acuerdo de Tonchalá, que permite el tránsito de vehículos colombianos en el eje San Antonio-Ureña y el de venezolanos en todo Norte de Santander, como ocurría antes.
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“Hay que ver si ampliarán a todo el Táchira ese acuerdo. Pero tampoco sabemos si se va a exigir un seguro internacional o se va a mirar el año de antigüedad del carro o se le va exigir toda la normativa de tránsito colombiana”.
Gómez destacó que de las cuatro las estaciones de servicio internacionales que operaron antes del cierre en San Antonio, solo hay dos activas y están surtiendo combustible para la demanda interna. Sin embargo, serán las autoridades las que decidan si se reactivan como antes.
Tampoco descartó que por precio, en algún momento los habitantes de Venezuela que visiten Colombia se abastezcan allí, pero por ahora Táchira tiene un precio competitivo, pues el galón de gasolina cuesta alrededor de $8.900, al cambio, mientras que en Norte de Santander vale $8.176 subsidiada.
La Mesa de Combustible tampoco atendió las interrogantes sobre este tema.
María Eugenia Martínez, directora ejecutiva de Asesnort, manifestó que la reactivación de esas bombas internacionales “sería lo último” que debería pasar, porque de lo contrario se perdería recaudo por sobretasa de la gasolina, ya que los consumidores se abastecerían allí, teniendo en cuenta que ha habido aumentos consecutivos del precio del galón en Colombia en los últimos meses.
El economista e investigador Mario Zambrano, coordinador del programa Cúcuta Cómo Vamos, indicó que no se descarta que la demanda de consumo de gasolina aumente, ya sea de manera legal o ilegal, pues, que el departamento goce de combustible exceptuado, puede generar un incentivo, lo que a su vez podría traducirse en desabastecimiento.
“Es importante que ambos gobiernos regionales firmen acuerdos en torno a la gasolina, para que no haya problemas futuros”, enfatizó.
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