Los inicios
María Fanelly recuerda que llegaron al barrio La Ínsula a pagar arriendo en una pequeña habitación, hasta que él se empleó como disc-jockey (DJ) del famoso bar Casa de Muñecas, el más importante de la zona de tolerancia que funcionó en el norte de Cúcuta.
Coincidió su estadía en ese sector, con la invasión de los terrenos cercanos al Camilo Daza, hacia 1976, y Hernán Ortiz creyó que había una posibilidad de hacerse a un lote para edificar allí su casa.
Hizo amistad con Medardo Antonio Mejía, quien era el presidente de la Junta Comunal, quien les vendió un lote en $6.000, que ya tenía las bases para construir una habitación, a la que se fueron a vivir una vez estuvo levantada y empezaron a organizarse.
En ese lugar nació El Carretero, nombre tomado del son compuesto por el artista cubano Guillermo Portabales, que era el himno oficial del establecimiento que Hernán, amante de la música Guajira o campesina de Cuba, hacía sonar la mayor parte del tiempo.
Ay, por el camino del sitio mío, un carretero alegre pasó/. En su tonada que es muy guajira, y muy sentida alegre cantó…/ Soy guajiro y carretero, en el campo vivo bien./Yo soy guajiro y carretero, y en el campo vivo bien./Porque el campo es el edén más lindo del mundo entero...