El sexto mes del Gobierno de Gustavo Petro arranca en una semana decisiva en la que deberá citar a su gabinete al primer consejo de ministros con dos retos claves: analizar el tratamiento de asuntos tan delicados como la recesión económica y los tropiezos de la “paz total”, que parece estarle enredando el camino a la Casa de Nariño, y verificar que tan realizables son las promesas que promovió en campaña y que, ahora, está viendo difíciles de cumplir.
Aún con el Congreso a toda marcha y con más decisiones políticas de fondo que los últimos períodos presidenciales, Petro está a punto de llegar a su primer semestre en el poder con por lo menos cinco grandes banderas políticas que no ha cumplido a cabalidad como le había prometido a sus electores.
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Por puro cálculo político, Petro optó por hacer promesas ambiciosas y, a su vez, difíciles de cumplir. Entre ellas darle empleo en el sector público a todo ciudadano que no logre ubicarse en el privado, así como un tren con recorrido entre Buenaventura y Barranquilla, que sigue insistiendo que construirá a pesar de que su competitividad se ha puesto en entredicho porque podría costarle a la Nación –según expertos– al menos 650 billones de pesos.
Además de estas ambiciosas propuestas, que siguen en veremos, el Jefe de Estado hizo promesas en campaña que, con el paso de los días, ha dejado claro que serán difíciles –y probablemente imposibles– de cumplir pese a que dio su palabra a cambio de votos. Esto se refleja en otros temas como el desmonte del Escuadrón Móvil Antidistubios (Esmad) o la congelación de los precios del ACPM.
Además, prometió que privilegiaría los nombramientos de profesionales de carrera diplomática en todas las misiones, primando el mérito y la experiencia sobre la política, pero con sus hechos ha demostrado lo contrario. Por otro lado, aseguró que si llegaba al poder Icetex le condonaría la deuda a todos los morosos, pero esta propuesta no fue cumplida a cabalidad.
Esta encrucijada de cumplir o no al pie de la letra lo prometido en campaña no es exclusiva de Petro, ya que a sus dos antecesores inmediatos también les pasó igual con promesas de campaña que no alcanzaron a materializar.
Por ejemplo, Iván Duque prometió hacer cambios en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y quitarles a las Cortes su participación en las elecciones de Procurador, Fiscal y Registrador Nacional, pero el Congreso le negó ambas pretensiones. Además, su ley de cadena perpetua para violadores y asesinos de menores de edad, que llegó a ser sancionada, la tumbó la Corte Constitucional.
En el caso de Juan Manuel Santos se dio un incumplimiento de palabra mucho más mediático tras la recordada escena en 2010 cuando le aseguró al país, en medio de un debate presidencial con Antanas Mockus, que firmaría en mármol el compromiso de no subir impuestos. “Puedo firmar en piedra, en mármol. No voy a subir tarifas”, aseguró Santos, quien años después decidió subir los impuestos.
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Aunque ninguna ley obliga al presidente de la República a cumplir lo prometido al pie de la letra, lo que llama la atención es que en este caso se trató de un candidato que durante toda la contienda vendió su imagen como la del “alternativo” y su campaña acogió una narrativa basada en la promesa de hacer una política diferente a los tradicionales para poner en marcha diversos cambios desde el Ejecutivo.
No desmontó al Esmad, solo lo transformó
En un debate presidencial que realizaron Caracol Radio y Canal Uno, el 22 de febrero de 2022, Petro dijo que si llegaba al poder desmontaría el Escuadrón Móvil Antidisturbios, pero luego le bajó las expectativas a esta promesa de campaña y –una vez nombró a su cúpula militar– anunció que el Esmad no sería desmontado sino reformado para convertirse en una fuerza de contención que dialogará y respetará los derechos humanos. Y le cambió los colores.
Condonó Icetex, pero no a todos como había prometido
Durante un debate que realizó la Universidad Externado, el 29 de marzo de 2022, Petro aseguró que perdonaría la deuda del Icetex a quienes tenían cuentas pendientes con la entidad. “La deuda del Icetex hay que condonarla”, dijo. No obstante, tras llegar al poder se aclaró que se le condonaría la deuda a quienes hubiesen cumplido con sus obligaciones, pero excluyó a los morosos. Solo se han beneficiado 4.067 personas.
No priorizó a profesionales democráticos
Petro se comprometió con el gremio de profesionales de carrera diplomática a priorizar los nombramientos por mérito y no por política, pero no cumplió. El presidente del Sindicato del Ministerio de Relaciones Exteriores, Francisco Burchardt, expuso que el actual canciller, Álvaro Leyva (foto), ha nombrado 43 puestos así: 15 embajadores que no son de carrera, 6 cónsules sin experiencia y 22 cargos de rango intermedio que no cumplirían requisitos.
No subió aranceles para proteger agricultores
Para noviembre de 2021, justo antes de iniciar la campaña presidencial oficialmente, Petro aseguró que un día después de su posesión, el 8 de agosto de 2022, se levantaría “temprano para firmar los decretos de aranceles que protejan la agricultura y la industria nacional”. Sin embargo, llegada esa fecha, el Jefe de Estado no firmó nada y –en su lugar– se dedicó a anunciar la radicación de su reforma tributaria y a anunciar una agraria.
Incumplió con congelar el precio del ACPM
En octubre de 2022, ya estando en el poder, el Jefe de Estado prometió, a través del ministro de Transporte, Guillermo Reyes, congelar el precio del ACPM hasta junio de 2023, pero no fue así. Juan Carlos Bobadilla, Secretario General de la Asociación Colombiana de Camioneros cuestionó que esta promesa quedó en el aire y planteó que “se pierde la confianza cuando se empiezan a incumplir los compromisos previos que se tenían”.
Tomado de El Colombiano
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