El golfista inglés Justin Rose volvió a hacer un espectacular cierre de ronda este viernes para mantenerse en el liderato provisional del Masters de Augusta durante la segunda ronda con un golpe de distancia de sus perseguidores.
El inglés, de 40 años, se sobrepuso a un comienzo de pesadilla para cerrar la jornada con 72 golpes, par, y situarse con siete bajo par después de 36 hoyos en el Augusta National.
"Hoy fue un resultado bastante bueno al final", dijo Rose. "Para ser sincero, me he sentido cómodo y bastante confiado durante todo el día".
"Hacer unos cuantos birdies te hace sentir bien ahí fuera, seguro", se felicitó Rose, subcampeón del Masters en 2015 y 2017.
El jueves, cuando solo 12 jugadores pudieron bajar del par, Rose tomó el liderato con una exhibición en los últimos 11 hoyos, en los que logró un eagle y siete birdies para cerrar con 65 golpes, siete bajo par.
Este viernes, el ganador del Abierto de Estados Unidos de 2013 vio como la ventaja de cuatro golpes que tenía en la mañana se esfumaba rápidamente con un arranque con cuatro bogeys en los primeros siete hoyos.
En unas condiciones más frescas y nubladas que la primera ronda, Rose llegó a ser alcanzado por el australiano Marc Leishman y el austriaco Bernd Wiesberger pero en la segunda parte del recorrido volvió a poner el pie en el acelerador.
El inglés logró birdies en tres de los últimos seis hoyos para mantenerse en el liderato provisional con 137 golpes en 36 hoyos, siete bajo par.
"Fue un día clásico en el Augusta National. Cuando estás a uno o dos pies de distancia puedes terminar sufriendo", dijo Rose. "Pero sigo siendo líder, así que hay que disfrutar y seguir adelante".
Tras Rose se situaban con 138 golpes los estadounidenses Brian Harman y Will Zalatoris, que aspira a ser el primer debutante en ponerse la chaqueta verde desde Fuzzy Zoeller en 1979.
"En el primer golpe de salida, por supuesto que estaba bastante nervioso", dijo Zalatoris. "Siempre he querido estar aquí. No hay razón para sentirse intimidado ahora. Obviamente, el trabajo no está hecho de ninguna manera, pero estar en el primer tee y escuchar tu nombre es algo con lo que todo niño sueña".
A dos golpes de distancia del líder estaban el australiano Leishman y el estadounidense Jordan Spieth, quien la semana pasada rompió una sequía de cuatro años sin victorias.
"No podría estar más emocionado", dijo Leishman. "Esta es la posición en la que quería estar. Mientras estés en algún lugar cerca de la cima, cualquier cosa puede pasar".
"Si puedo golpear cinco por debajo de par en el fin de semana, podría ser suficiente", consideró Spieth, que ya saboreó la victoria en Augusta en 2015.
Johnson sufre
Dustin Johnson, número uno del ranking mundial y vigente campeón del Masters, protagonizaba otra decepcionante jornada que le mantenía en el límite de superar el corte.
El estadounidense sumaba cinco birdies, dos bogeys y un doble bogey en el puesto 42 al llegar al hoyo 14.
El español Jon Rahm, número tres mundial, registraba dos birdies y dos bogeys para situarse en el lugar 21 en el hoyo 13.
Rahm, que ansía conquistar su primer trofeo de Grand Slam, fue el último jugador en llegar al Augusta National pocas horas antes del inicio del torneo, después de convertirse por primera vez en padre el fin de semana.
Otro español, el veterano José María Olazábal, terminó con una tarjeta de 71 golpes el viernes con la que superaba el corte por primera vez desde 2014.
"Es encantador ver jugar en Augusta como los dos últimos días, rápido y firme. Me recuerda mucho a finales de los 80 y los 90", dijo el ganador del Masters de 1994 y 1999. "Me sentí muy bien, muy relajado".
Sergio García, quien se enfundó la chaqueta verde en 2017, hizo cinco birdies y tres bogeys y se situaba en el lugar 41 provisional.
El chileno Joaquín Niemann concluyó la ronda con 71 golpes, uno bajo par, y se ubicaba en el puesto 42 mientras el colombiano Sebastián Muñoz también parecía eludir el corte con un recorrido de 73 golpes en el puesto 49.