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Ocaña
¡Milagro en Belén! una Nochebuena de esperanza y vida en Ocaña
Patrullera de la Policía atiende parto en humilde vivienda de Ocaña.
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Javier Sarabia Ascanio
Javier Sarabia
Lunes, 30 de Diciembre de 2024

Por esas coincidencias que solo la vida puede orquestar, la historia de un nacimiento en un pesebre se repitió, no en la antigua Belén, sino en un barrio del mismo nombre en el municipio de Ocaña. 

La noche del 24 de diciembre, en la hora exacta en que se celebra la Misa de Gallo, una joven madre, apenas una adolescente, trajo al mundo a una pequeña en circunstancias tan conmovedoras como extraordinarias. 

Fue un milagro de vida, asistido por manos valientes y corazones generosos.


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La protagonista de esta historia es Yuliana Marcela Duarte, una patrullera de la Policía Nacional que, con valentía y temple, respondió al llamado de auxilio que llegó esa noche. 

A través de una llamada telefónica, la emergencia se reportó, movilizando a los uniformados hacia el barrio periférico donde la situación ya era crítica. 

Al llegar, los agentes encontraron a la joven madre con su bebé en brazos, llorando, pero con el cordón umbilical todavía intacto. No había tiempo que perder.

Una patrullera atiende un parto el 24 de diciembre en el barrio Belén de Ocaña.
Una escena de coraje

El panorama era alarmante: la placenta no había sido expulsada y no había ambulancias disponibles para el traslado inmediato. La patrullera Duarte, sin mucha experiencia en estos procedimientos, pero guiada por su instinto y un profundo sentido del deber, recibió instrucciones de una enfermera vía telefónica. 

Con determinación y nervios de acero, realizó el corte del cordón umbilical y manejó la situación hasta estabilizar a la madre y a la recién nacida.


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“No teníamos mucha experiencia en esto, pero el instinto y la vocación de policía nos impulsó a ayudar”, relató Duarte. 

Con la ayuda de sus compañeros, trasladó a ambas al Hospital Regional Emiro Quintero Cañizares, donde el equipo médico encabezado por el doctor Tobías Osorio las recibió para brindarles la atención especializada necesaria.

Una patrullera atiende un parto el 24 de diciembre en el barrio Belén de Ocaña.
Un desenlace feliz

En el hospital, madre e hija fueron valoradas y se encontró que ambas estaban en buenas condiciones. 

El equipo de ginecobstetricia activó los protocolos correspondientes para prevenir cualquier riesgo de infección debido al parto domiciliario. La joven madre, identificada como Karen Acosta, expresó su inmensa gratitud hacia los uniformados que le salvaron la vida y la de su pequeña.


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La familia también quiso inmortalizar el gesto heroico de la patrullera. “Bautizaremos a la bebé como Yuliana Bacca Acosta, en honor a la policía que nos ayudó”, afirmó emocionada la señora Yoleida Acosta, tía de la joven madre.

Una patrullera atiende un parto el 24 de diciembre en el barrio Belén de Ocaña.
Un regalo de Navidad

Para Karen Acosta, el nacimiento de su hija en Nochebuena es un regalo del Niño Dios. “El médico había fijado como fecha de parto el 10 de enero, pero la pequeña decidió llegar el 24 de diciembre”, dijo con una sonrisa. Ahora, en el seno de su hogar, la familia celebra la llegada de esta nueva vida que ilumina con esperanza y alegría la Navidad.

El comandante del Segundo Distrito de Policía, teniente coronel Camilo González, destacó la labor de la patrullera Duarte, subrayando el factor humano y la dedicación que caracteriza a los agentes en su servicio a la comunidad. “Este episodio es un ejemplo del compromiso y el coraje de nuestros uniformados”, manifestó.


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En una noche cargada de simbolismo y fe, el nacimiento de Yuliana Bacca Acosta en el barrio Belén de Ocaña quedó grabado como un milagro contemporáneo, donde el amor al prójimo y la valentía de unos pocos cambiaron el destino de dos vidas para siempre. 

Una historia que, como el pesebre de hace más de dos mil años, nos recuerda el poder de la solidaridad y la esperanza.


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Una patrullera atiende un parto el 24 de diciembre en el barrio Belén de Ocaña.
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