Con el objetivo de mitigar los efectos de la contaminación sonora y promover una convivencia armónica durante las festividades navideñas, las autoridades ambientales del municipio de Ocaña implementaron la campaña “Bájele al ruido”.
Esta iniciativa, liderada por la Unidad Técnica Ambiental (UTA), busca regular los niveles de ruido de fuentes móviles, fijas y el uso indiscriminado de pólvora en esta región del país.
Educación y conciencia: la clave de la campaña
La directora de la UTA, Leddy Torcoroma Pérez, ha enfatizado la importancia de la sensibilización ciudadana como el eje principal de la estrategia. “Los operativos pedagógicos buscan crear conciencia sobre la importancia de disminuir el volumen de las parrandas familiares para garantizar la tranquilidad en los distintos barrios de la ciudad”, declaró. Además, destacó que el exceso de ruido no solo afecta la biodiversidad, sino que también perturba a los vecinos y asusta a los animales.
La funcionaria recomendó mantener los niveles de música a un volumen tolerable y evitar la pirotecnia para promover una convivencia armónica. “Es cuestión de convivir en paz, respetando los ambientes libres de contaminación sonora por el bien de la salud de todos”, añadió Pérez.
La importancia de los valores ambientales
Uno de los pilares de esta campaña es fomentar el aprendizaje de principios ambientales desde el hogar. Según la directora de la UTA, “los buenos ejemplos que los padres dan a sus hijos generan un impacto positivo y sostenible en la sociedad”. Durante las festividades, se invita a las familias a disfrutar de manera responsable, cuidando los recursos naturales, respetando a los animales y reduciendo el consumo masivo que contribuye al aumento de residuos sólidos.
Además, la funcionaria recordó que la reciente Ley contra el Ruido tiene como objetivo establecer una política de calidad acústica en el territorio nacional, asignando responsabilidades claras a las autoridades locales y ambientales.
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En Ocaña, esta normativa se está implementando mediante un diagnóstico de los puntos más bulliciosos, como Santa Clara en la Ciudadela Norte, la avenida Francisco Fernández de Contreras y el barrio Primero de Mayo, entre otros.
Operativo pedagógico
La campaña comenzará con operativos educativos enfocados en crear conciencia sobre los impactos del ruido en la comunidad. Estos operativos se realizan en colaboración con la oficina de Salud, Espacio Público y la Policía Nacional. Las visitas a establecimientos comerciales en zonas como Santa Clara incluyen inspecciones sorpresa para recalcar la importancia de mantener niveles de ruido adecuados.
Trino Quintana Suárez, ingeniero encargado del área de control y vigilancia de la UTA, mencionó que el objetivo de estas acciones es sensibilizar a los propietarios de locales sobre el impacto del ruido en la tranquilidad de los residentes. También se orienta a los comerciantes sobre la normativa que regula los niveles permitidos de ruido en el país.
Consecuencia para los infractores
En una segunda fase de la campaña, las autoridades ambientales implementarán medidas más estrictas. Esto incluirá la imposición de comparendos ambientales, multas que pueden alcanzar hasta cuatro salarios mínimos mensuales vigentes y el cierre de establecimientos reincidentes.
“El propósito no es sancionar, sino garantizar la tranquilidad y el bienestar de la comunidad”, explicó Quintana Suárez. Sin embargo, las sanciones serán una herramienta disuasoria para aquellos que persistan en el incumplimiento de la normativa.
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