En un enérgico pronunciamiento, el alcalde de Ocaña Samir Fernando Casadiego Sanjuán, solicitó al ministro de la Defensa Nacional, Iván Velásquez Gómez, revisar los esquemas de seguridad en esta zona del país.
“Se requiere una mayor presencia de la fuerza pública en Ocaña y la región del Catatumbo para hacer frente a la situación de secuestros, extorsiones, hurtos y otros actos de inseguridad que aquejan a la zona”, indicó el mandatario.
Durante la intervención en el encuentro sobre Territorialización de la Política de Defensa, Seguridad y Convivencia Ciudadana en Bogotá solicita mayor atención a la problemática que vive la puerta de entrada al Catatumbo.
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Destacó que actualmente solo operan 2 cuadrantes en el modelo de vigilancia para un municipio de 136.000 habitantes, lo cual es insuficiente.
Hablar el mismo lenguaje
El alcalde de Ocaña participó en las mesas de trabajo para establecer un plan de acción en los próximos meses que restan de la administración, en concordancia con las estrategias de la Política de Defensa y Seguridad.
Manifestó que ha sido constante en su labor de poner en evidencia la situación en la región del Catatumbo, en el encuentro denominado “Gran apuesta por la seguridad y convivencia ciudadana”, organizado por Asocapitales y Asointermedias.
Reiteró la necesidad de intervenciones urgentes para garantizar la tranquilidad en el municipio, sin dejar de reconocer la importancia de las acciones propuestas por el Gobierno nacional.
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El evento contó con la presencia de los ministros de Defensa e Interior, así como la Dirección General de la Policía Nacional, quienes escucharon las solicitudes de los alcaldes participantes, en busca de soluciones concretas y efectivas en el menor tiempo posible.
Un S.O.S. desde el Catatumbo
Expuso los fenómenos de violencia a raíz del abandono en materia de seguridad y mostró su postura ante el incumplimiento de la palabra empeñada por los antecesores. Indica que los comerciantes están desesperados ante el flagelo del secuestro e instalan vayas y pasacalles donde manifiestan que “la delincuencia manda más que la autoridad”.
Explica que las víctimas consideran que se les está coartando la libertad de expresión al retirar esos mensajes. “En lo que va corrido del año llevamos 7 secuestros, entre los que se cuentan adultos mayores con quebrantos de salud. En la provincia la cifra alcanza las 18 personas privadas de la libertad. Todos son de carácter extorsivos ya que los familiares han pagado rescate”.
Reclamó el aumento del pie de fuerza y la entrega de herramientas para disminuir los elevados índices de seguridad. “Tenemos un solo cuadrante cuidando a una ciudad de 136 mil habitantes y por eso solicitamos que brinden el apoyo. Los héroes de la Policía Nacional no cuentan con los elementos necesarios para desarrollar las políticas de convivencia ciudadana”, agregó.
El S.O.S. está dirigido a un tratamiento preferencial al ser epicentro del desplazamiento de la zona del Catatumbo para devolver la tranquilidad a los habitantes de la región.
Desde el 2020 la Defensoría Regional del Pueblo activó una alerta temprana y se requiere fortalecer los esquemas con la presencia efectiva del Ejército colombiano y la Policía nacional.
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“Ese proceso de transformación es importante y se debe generar un componente en los temas de seguridad y convivencia ciudadana”, puntualizó.
Participación directa en los diálogos
El personero de Ocaña, Jorge Armando Bohórquez Lanzziano, indica que es el sentir de toda la comunidad ocañera y se planteado la compleja situación en los consejos de seguridad.
Es enfático al afirmar que el número de uniformados es insuficiente ante la magnitud del problema social y los habitantes a proteger. “Todo lo que ocurre en la zona del Catatumbo se ve reflejado en Ocaña. Somos la segunda ciudad con más declaraciones de las víctimas del conflicto armado, después de Tumaco”.
Califica como alarmante la situación ya que repercute en las cifras de desempleo, vendedores informales, actos criminales, sin respuesta por parte de las fuerzas militares.
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“Hemos advertido en los distintos escenarios sobre el abandono en materia de seguridad y esas amenazas están latentes. Se debe mirar con ojos diferentes, teniendo en cuenta el contexto en el que se desenvuelve”, recalcó.
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