Aunque era su oportunidad para trabajar al lado de la leyenda actoral Liam Neeson, en un historia dirigida por Robert Lorenz, quien por más de una década ha trabajado con otra leyenda, Clint Eastwood, Juan Pablo Raba le dijo no a ‘El Protector’.
Esta película, que hace parte de la cartelera con la que Cine Colombia reabrió sus salas en todo el país, el pasado 15 de junio, tras 15 meses de total cierre, en el primer guion que leyó, sencillamente no le interesó, pero era fuerte el interés por el talento del actor colombiano, que cumple más de una década de trabajo en Estados Unidos, que lo invitó a trabajar y construir juntos el personaje.
Fue convocado para ser el villano, Mauricio, quien hace parte de un cartel que opera en la frontera entre México y Estados Unidos y termina en una persecusión en búsqueda de un veterano militar, interpretado por Liam Neeson.
Pero la oportunidad de intervenir la historia del personaje, sacarlo de los estereotipos, junto a la fortuna de trabajar con uno de los grandes personajes de Hollywood, terminaron por convencerlo.
En ‘El Protector’ Jim Hanson (Liam Neeson), es un veterano de guerra, su esposa acaba de fallecer y podría perder su casa. En medio de ese drama, dos inmigrantes ilegales cruzan la frontera para huir de la muerte, donde Jim termina involucrado y se convierte en el defensor reacio del niño.
Juan Pablo Raba habló de esta película que terminó antes de la pandemia, así como de todo lo que ha vivido en medio de los tiempos COVID-19.
Un villano que hay que conocer
¿Cómo fue la experiencia con Mauricio, un personaje que fue víctima y se transformó en victimario?
La primera vez me ofrecieron el papel y leí el guion, realmente no me interesó, porque estaba escrito simplemente como un villano, como el malo más malo y no había realmente una dimensión más allá con el personaje.
Luego, me dijeron que el director, que trabajó durante diez años con Clint Eastwood, quería conversar conmigo, y me explicó porque quería que yo lo hiciera, e incluso me ofreció disculpas por la forma en la que estaba escrito el personaje, quizás un poquito cliché al ser una representación muy negativa de un latinoamericano.
Me dijo que quería que trabajáramos juntos, que buscáramos los momentos apropiados y mostrar que era un ser humano, lo cual me hizo sentir alagado y muy cómodo al trabajar.
Es un personaje que permite que el espectador piense y reflexione sobre él, que es bien malo, pero que también piense de dónde viene él y su maldad.
¿Qué tanto en una industria del cine suceden este tipo de oportunidades?
Son casos especiales. Hace un tiempo, me llamó un director, me dijo que quería que hiciera el papel como yo quisiera, y cuando comenzamos a rodar, los productores se asustaron y pensaron que eso no iba a funcionar y no me dejaron hacer nada de lo que tenía planeado.
Esta vez, todo fue al contrario, lo trabajamos juntos, incluso con el propio Liam, con quien planeamos el final, lo cambiamos literalmente y al director le gustó.
¿A lo largo de su carrera le ha tocado interpretar las distintas caras de un bandido?
Lo he hecho varias veces y siempre me digo, por que me siguen llamando para esto cuando yo soy un tipo tan simpático, tan amable (risas).
Es un reto, porque han sido tres o cuatro bandidos o villanos en proyectos muy característicos, por lo que siempre es un reto hacerlos diferentes, que se mueven distinto, que es parte del trabajo, pero lo más importante es que todos sean creíbles.
¿Cómo fue el trabajo con Liam?
Tiene estatus de leyenda viviente. Son tantos los personajes emblemáticos en su carrera, por lo que fue un honor y una alegría muy grande ganarme el papel, pero además, trabajar con Liam Neeson fue una dicha, porque es un caballero en el más amplio sentido de la palabra, tanto en el set como fuera del set, porque es un actor comprometido, es un tipo enorme en todo sentido porque me saca una cabeza y yo mido 1.87 de estatura, pero es de una sencillez, de un gusto por el trabajo. De aquellos que se quedan a darte la réplica así no aparezca en cámara.
Es muy refrescante porque cuando ves que tus ídolos, además, son seres humanos fantásticos, es un motivo más de inspiración.
La película ha sido estrenada en distintas partes del mundo, ¿Cómo siente que ha sido recibido su personaje?
Fue un estreno en mitad de la pandemia, entonces en algunos estados se pudo presentar y en otros no, pero le ha ido muy bien, además que es una película para el mercado del mundo entero.
Lo que me ha llamado la atención, en especial de la prensa latina, entendió muy bien lo que se quiso hacer con el personaje.
Una película con distintas capas e historias entre otras historias...
Creo que hay un enemigo en la película que no se señala del que no se habla y que no se señala pero está implícito. El personaje de Liam realmente tiene un enemigo más grande que Mauricio, mi personaje, y es el Gobierno Americano.
Es un veterano de guerra que está en la quiebra por haber pagado todos los médicos de su esposa, mostrando un sistema de salud roto, y el gobierno está a punto de quitarle la única propiedad que tiene, por lo que no tiene nada en este mundo y se cruza con un niño, que en un principio es todo lo que él rechaza, pero llega a cambiarle la vida y es su motivo de vida.
No es el blanco americano salvando al niño indocumentado, es el niño latino salvando al soldado americano.
Una de las películas elegidas para la reapertura de las salas de Cine Colombia el 15 de junio...
Varias emblemáticas cadenas de cine en el mundo debieron cerrar, así que Cine Colombia lograra resistir es un orgullo, y que esta sea una de las primeras películas que se presentan es una alegría.
Además, me siento muy orgulloso de que compartamos cartelera con ‘El olvido que seremos’ que cosechó tantos éxitos internacionales y está lleno de talento de gente que quiero y respeto mucho, seguramente será un día muy emocionante.
¿La gente volverá a las salas de cine?
El cine es cine, en pantalla gigante y se diseñan y se hacen las películas para que se vean en esas salas. Una experiencia completamente diferente con tu familia, con tus amigos, con tu pareja, que genera una conversación distinta.
En pandemia, por el aislamiento, se fortalecieron las plataformas digitales, pero ahora que podemos empezar a salir y no podemos perdernos la oportunidad de compartir y conversar después.
Es una experiencia inigualable y es de lo que más he extrañado en esta pandemia. Es más, todavía no he ido al cine y creo que la primera película que voy a ver es esta, porque nunca la he visto en pantalla grande.
¿Cómo ha vivido este año de pandemia en medio de la incertidumbre?
Estaba trabajando en una serie en Tijuana (México), en el séptimo episodio de diez y nos sacaron urgentemente para cruzar la frontera, porque no sabíamos si la podíamos cruzar después. Para mí fue difícil porque me quedó un personaje a medias, una historia que no terminé de contar.
A nivel práctico, los actores lidiamos con la incertidumbre, es parte de nuestra vida, pero más allá de los cambios obvios de bioseguridad, mi vida era muy parecida, porque cuando estoy en proyecto estoy en el set y cuando no, estoy en mi casa, muy presente en mi hogar.
Pero cuando empezó a alargarse mucho y pasas un año sin grabar, ya empieza ese gusano de la creatividad a pedirte trabajar, además de las necesidades básicas económicas.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion