La investigación
Un agente encubierto siguió por seis meses los movimientos de cada uno de los integrantes, y en conjunto con otros investigadores, adelantaron labores de vigilancia y comprobaron que estas personas pagaban entre 3 mil y 5 mil pesos para dormir en residencias y durante el día se dedicaban a la comercialización de las drogas.
“Lo hacían en la modalidad de menudeo. Se siguieron con cámaras de seguridad y al darnos cuenta de la venta, un policía de civil comprobó que era droga”, dijo otra fuente judicial.
Según la investigación, ‘El Flaco’ era el encargado de adquirir el estupefaciente en el Catatumbo y a veces se llevaba a algunos de sus integrantes como ‘campaneros’ (quien avisa de cualquier movimiento). Luego, en Ocaña, tenía a sus órdenes a los demás integrantes.
Rolando López, según se conoció, ya había sido capturado en enero de este año en Villa del Rosario por tráfico de estupefacientes.
“Una vez dosificadas la drogas, a sus ayudantes se les facilitaba esconder todo en el sector del mercado, en donde para despistar a las autoridades, guardaban las dosis en los vehículos de carga que mantenían parqueados mientras descargaban víveres”, dijo la fuente.
Así delinquían
Tras el seguimiento de las autoridades, se recolectó material probatorio, en el que se evidencia que Karina y Rosamary eran las encargadas de la distribución en los alrededores del mercado.
“Mientras Karina dominaba el sector del parque de La Rutina, la otra lo hacía por el sector de El Pescado. Ambas deambulaban con el fin de vender la sustancia”, precisó la fuente.
En cuanto a ‘Pandora’, su sitio de expendio era en La Piñuela, y ‘Triciclo’ se la pasaba en el barrio San Antonio, sectores aledaños al mercado. Ambos también tenían anotaciones por tráfico de estupefacientes.
Sobre ‘Candelo’, las autoridades aseguraron que su zona era el sector de Las Cebollas, lugar que compartía con ‘Anuel’.
La investigación en contra de alias Porra da cuenta de que dominaba la esquina del Ganadero y de ahí manejaba varios puntos.
Los ocho integrantes fueron judicializados y enviados a la cárcel por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
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