En medio de una controversia legal y mediática por el uso del nombre de una de las marcas más reconocidas de comida rápida en Colombia, la firma Frisby España anunció que iniciará su operación con la apertura de 12 puntos de venta en territorio europeo. A pesar de la polémica generada, la empresa ha ratificado su intención de avanzar con su plan de expansión en ciudades como Madrid y Barcelona.
La iniciativa contempla la puesta en marcha de dos restaurantes físicos y 10 cocinas ocultas (también conocidas como “dark kitchens”) destinadas exclusivamente a la atención de pedidos a domicilio. El portavoz de la compañía, Charles Dupont, explicó que actualmente se encuentran adelantando una ronda de inversión que les permita completar las obras y garantizar la operación en las principales ciudades del país ibérico. Según sus estimaciones, esta etapa concluirá en agosto, para comenzar actividades antes de finalizar el año.
Generarán 90 empleos en ciudades clave de España
Dupont también anunció que el proyecto generará alrededor de 90 empleos directos en el primer año de operación. Cada uno de los restaurantes físicos contará con un equipo de 25 personas, mientras que las cocinas ocultas tendrán entre tres y cuatro trabajadores. Esta expansión laboral hace parte del compromiso de la compañía por establecerse de forma sólida en el mercado español.
Sin embargo, el anuncio no ha estado exento de críticas. En Colombia, clientes y defensores de la marca original han manifestado su rechazo al considerar que existe una apropiación indebida de su identidad gráfica y denominación comercial. Aunque el caso se encuentra en instancias judiciales, la reacción en redes sociales ha sido masiva y ha puesto en el centro del debate el uso de nombres e identidades comerciales en distintos territorios.
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“No es una copia, es una estrategia”: Frisby España
Charles Dupont defendió la legitimidad de su emprendimiento, asegurando que el nombre y el logotipo fueron registrados de forma legal en Europa y que no se trata de una copia. “No nos apropiamos de la marca colombiana. Aprovechamos un vacío cultural y legal en esta jurisdicción”, sostuvo.
El vocero también explicó que, aunque sí contactaron a Frisby Colombia para explorar una posible franquicia, nunca recibieron respuesta. Añadió que no utilizan ninguna receta original de la marca colombiana ni conocen a nadie vinculado a su operación, y que incluso él nunca ha probado su pollo.
A pesar del rechazo que ha recibido el proyecto por parte de muchos colombianos, Dupont calificó la estrategia como “la campaña de lanzamiento más comentada de la historia” y afirmó que la notoriedad alcanzada en redes sociales ha sido un triunfo comunicacional para la marca.
El futuro de Frisby España continúa rodeado de incertidumbre legal y cuestionamientos éticos, mientras avanza su expansión física en medio del ruido digital.