El exvicepresidente Mike Pence desafió a quien fuera su jefe, Donald Trump, por la nominación del candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca para las elecciones de 2024, estableciendo el inusual escenario de dos compañeros de fórmula convertidos en rivales.
Pence presentó la documentación requerida para su postulación a la Comisión Federal de Elecciones y hará una declaración en video el miércoles en el estado de Iowa sumándose a la pléyade de candidatos a las primarias de su partido.
Conservador evangélico y feroz opositor al aborto hará oficial su entrada en la campaña electoral el miércoles, día de su 64 cumpleaños, con un acto en Iowa, que tradicionalmente abre la carrera por la postulación presidencial republicana.
Luego, hará su presentación nacional en un evento televisado configurando un escenario inusual.
Durante el mandato de Trump (2017-21) Pence fue un vicepresidente leal que acercó la derecha religiosa y estuvo siempre dispuesto a defender al presidente ante cualquier acusación.
Tras años de lealtad al magnate inmobiliario, se alejó de su círculo cuando una turba de simpatizantes de Trump irrumpió violentamente en el Congreso el 6 de enero de 2021, en Washington.
Ese día Pence desoyó el reclamo de Trump de frustrar la sesión en la que el Congreso debía convalidar la victoria electoral del demócrata Joe Biden.
Increpado constantemente por Trump después de la victoria de Biden -e incluso llamado de "¡traidor!" en una conferencia conservadora en Florida-, Pence siguió elogiando en público al exmandatario.
Eso cambió cuando la avalancha de afirmaciones falsas de fraude electoral de Trump llevó a una multitud que iba camino al Capitolio a pedir con cánticos que Pence fuera ahorcado.
Desde esos trágicos disturbios, Pence ha criticado a Trump por poner en peligro a su familia y a otras personas aquel día, y ha enfatizado sus diferencias con el exgobernante en temas que van desde las relaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin, hasta el derecho al aborto.
"Cristiano, conservador, republicano"
Pence pasó gran parte de los dos últimos años recorriendo estados en los que se produjeron las primeras nominaciones, como Iowa, Carolina del Sur y New Hampshire, para reforzar su visión política de "cristiano, conservador y republicano, en ese orden."
Su ingreso a la arena electoral no altera mucho una carrera que tiene tres carriles bien definidos: el de Trump como líder arrollador, el de su rival más cercano, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y luego, el resto.
Pence moldeó el perfil de un republicano tradicional, preocupado por la responsabilidad fiscal y los valores familiares. Muestra que puede aplicar las políticas de Trump sobre economía, inmigración y muchas otras cosas pero sin dramatismo.
En contraste con Trump, Pence no descarta recortar ayudas sociales y se ha aliado con Ucrania. Es un partidario de la línea dura del aborto y se opone al matrimonio homosexual.
Aunque su visión es popular entre los republicanos, algunos se preguntan si tiene espacio en un partido que ahora está más centrado en el populismo y la política cultural que en el conservadurismo tradicional.
Algunos votantes dicen que, con su decisión de defender la Constitución tras las elecciones ganadas por Biden, también tienen otras opciones de candidatos, como el cristiano Tim Scott que no es relacionado con los tiempos de Trump.
"Le damos crédito (a Pence) por certificar la elección", dijo la estratega republicana Sarah Longwell a Politico. No obstante también apuntó que durante cuatro años avaló a Trump "cuando atropellaba la presidencia".
Trumpistas enojados
Por su lado, DeSantis ha estado constantemente en las encuestas casi 20 puntos por encima de Pence y espera pelearle a Trump el ala derecha del partido.
Pero los malos resultados de DeSantis en las encuestas cara a cara abre caminos con Chris Christie anunciando su postulación el martes, el cual se suma a los exgobernadores Nikki Haley y Asa Hutchinson ya en carrera.
Como Haley y DeSantis, Pence parece querer evitar conflictos con Trump con la esperanza de cortejar a sus partidarios si las investigaciones penales que apuntan al expresidente lo sacan de la carrera.
A esta altura de las primarias de 2016, Trump aparecía en cinco encuestas con apoyo de apenas entre 1 y 4%.
"Los trumpistas están enojados con él [Pence]. Los 'Nunca Trumpistas', a su vez, lo están por integrar la administración anterior y apoyar a un promotor de una insurrección", dijo al sitio Vox el estratega republicano Chip Felkel.
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