A sus 23 años, Valeria Márquez había logrado construir una comunidad en redes sociales y emprender su propio negocio: un salón de belleza que llamó Blossom, en la colonia Real del Carmen. El pasado 13 de mayo, alrededor de las 18:30 horas, esa misma pasión que la mantenía frente a la cámara fue interrumpida de forma violenta. Mientras realizaba una transmisión en vivo, fue asesinada a tiros dentro de su local.

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La escena quedó registrada ante decenas de seguidores que se encontraban conectados al momento del ataque. En redes sociales circularon fragmentos del video que captó el momento exacto en que un hombre armado ingresó al salón y disparó directamente contra ella. El contenido fue retirado por plataformas digitales, pero algunos usuarios lograron replicarlo antes de su eliminación, hecho que ha sido cuestionado por especialistas en derechos digitales y por familiares de la víctima.

Los paramédicos que arribaron al sitio confirmaron que Márquez ya no presentaba signos vitales. Agentes de la Policía Municipal de Zapopan y elementos de la Fiscalía del Estado acordonaron el área, donde se inició la carpeta de investigación correspondiente bajo el protocolo de feminicidio.

Su presencia en TikTok y en Instagram superaba los 200 mil seguidores, a quienes compartía contenido relacionado con moda, viajes y rutinas de belleza. A través de su estilo cercano y carisma frente a la cámara, conectó con una audiencia que ahora la recuerda con mensajes de indignación y tristeza.

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La Fiscalía informó que el cuerpo de la joven fue trasladado al Servicio Médico Forense para la necropsia de ley, así como para realizar los procedimientos de identificación oficial por parte de sus familiares. Hasta el momento, no se ha reportado la detención de algún sospechoso, aunque las autoridades aseguraron que se mantienen las investigaciones en curso.

El crimen ha generado una oleada de reacciones tanto en el ámbito digital como en la comunidad local. Grupos feministas de Jalisco han exigido un proceso transparente y con perspectiva de género. La violencia contra las mujeres en espacios públicos y privados, señalaron, no puede seguir normalizándose, ni siquiera cuando sucede frente a cientos de espectadores conectados desde un teléfono.

En su cuenta de Instagram, que sigue activa, aún se pueden ver sus últimas publicaciones: una rutina de maquillaje, una broma entre amigas, una imagen reciente en la playa.

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