Lucio Alberto Melo Portillo pinta de manera autodidacta desde que tiene uso de razón, inspirado por los trazos, la estética. Y ese gusto lo remonta a su época de monaguillo, cuando tenía ocho años de edad, que admiraba las ilustraciones renacentistas de las biblias y el estilo gótico de  la iglesia de Sandoná, Nariño, su natal cuna.

Y fue alimentando esa curiosidad reproduciendo los gráficos de la cartilla Charry hasta adquirir  su propio estilo. Todo ello le marcó y despertó fascinación, interés y gusto por el arte. Alimentó también la parte espiritual sin nunca pretender ser sacerdote. Le impresionó y sigue admirando el Cristo de la iglesia tallado en cedro de más de cuatro metros de altura, por el maestro Alfonso Zambrano. 

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Los instantes y los lugares los ha ido plasmando en lápiz, en óleo, en acrílicos y después de recopilarlos, en quince obras, los expuso en la casa museo La Bagatela, donde se encuentra al frente desde hace tres años como coordinador  de ese bien cultural del centro histórico de Villa del Rosario. No llegó allí por azar. Concursó en la convocatoria y por mérito fue escogido como técnico administrativo.

Sin embargo, ya estaba compenetrado con el municipio  porque hizo parte  de los formadores de los procesos de  artes plásticas. Y esa experiencia la ha puesto al servicio en La Bagatela desde donde gestiona y propone proyectos para desarrollar durante el año, entrelazados con la secretaría de Educación, universidades y demás entes que puedan tener cabida en la casa museo La Bagatela.

Su verdadera profesión es la de Publicista que estudió en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá, y que le ha servido de base para desarrollar sus actividades.

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De manera simultánea dibujaba y se fue curtiendo en la teoría del color,  composición, concepto de espacio e historia del arte. Y en la casa museo La Bagatela ha seguido respirando arte porque allí se anida historia y los programas a que da apertura también están impregnados de arte. Su labor va más allá de lo administrativo, a estar pendiente del mantenimiento, sino a que se aviven las visitas dirigidas de estudiantes, a que hagan sus pasantías, sus proyectos de tesis de grado, a que en realidad se convierta en el ‘Museo al aula’.  

Ofrece, además, los salones para las distintas exposiciones, proyecciones audiovisuales y busca cautivar público todo el año porque es una casa con las puertas abiertas, todos los días, inclusive los sábados y domingos, y la entrada es  gratuita.

 Y ante el Ministerio de Cultura, Lucio Melo, ha propuesto convertir en destino turístico  el complejo histórico de Villa del Rosario, que incluye la casa natal del general Santander, el parque Grancolombiano, las ruinas del Templo Histórico, donde se reunió el primer Congreso de la Gran Colombia en 1821, la casa de gobierno La Bagatela, las ruinas de la capilla de Santa Ana, donde fue bautizado Santander y el tamarindo, árbol donde se reunieron los diputados durante los recesos del Congreso.

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También secunda la idea de la Alcaldía de Villa del Rosario de traer los restos del general Santander,  que se encuentran en Bogotá, para que reposen en su casa natal para honrar su memoria.

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