Nuevamente, la mezcla de música alta, alcohol e intolerancia terminó con un fatal desenlace en uno de los escenarios de más riñas y altercados al orden público recientemente en la ciudad: el Centro Comercial Bolívar, donde la madrugada del pasado domingo, 19 de octubre, asesinaron a Edwin Andrés Ortega Sarabia.
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El hombre, al igual que cientos de otros, fue de los que pasó la noche del sábado en las discotecas de este sector, pero con el pasar de las horas y de las cervezas, una combinación de factores resultó letal para el sujeto.
Pues, aunque los hechos siguen siendo materia de investigación, en algún momento de la madrugada, cercano a las 3:30 a.m., una discusión subió de nivel y de un momento a otro, un desconocido desenfundó un arma de fuego para apuntar a Edwin y apretar el gatillo en repetidas oportunidades.
Uno de los proyectiles lo impactó en la cabeza, y el resto de los disparos le provocaron heridas que le causaron la muerte en el acto. La música fue interrumpida, el nivel de alcohol bajó, porque ahí, tendido sobre el asfalto de una de las calles interiores del sector, estaba el cuerpo del joven.
Bocarriba, con una camiseta negra, un bluyín y tenis oscuros, en una escena adornada por las manchas de sangre que empezaron a formarse bajo el cadáver. Nadie vio mayor rastro del victimario, los demás acompañantes solo se quedaron viendo alrededor de la escena del crimen, a la que pronto llegó la Policía.
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Los uniformados adelantaron la investigación preliminar, sin embargo, recibieron una respuesta al unísono: “no sabemos nada”, nadie vio, nadie supo, así como cayó allí el cuerpo de Edwin fue recogido sin que se tuviera la más mínima información de lo sucedido.
En el sector hay varias cámaras de seguridad, cuya revisión será clave para poder reconstruir los hechos y obtener algunas pistas sobre el responsable del homicidio, que es un episodio más en el historial de alteraciones al orden público en este sitio.
Y es que, según cuentan, y se ha podido evidenciar por medio de numerosos videos difundidos por redes sociales, en este sitio, especialmente durante los fines de semana, los conflictos son bastante frecuentes.
“No hay fin de semana que no haya una pelea o riña afuera de esas discotecas. También hace meses mataron a un niño prácticamente allí, parecido a este, le dieron bala afuera de un local y nadie hizo nada”, comentó un residente del sector, recordando el homicidio de Juan Guzmán, un menor de edad asesinado en mayo a manos de dos motorizados.
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