Los acercamientos delictivos de los grupos criminales a la población civil con hostigamientos o atentados a la Fuerza Pública siguen dejando a su paso hogares destrozados.
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Ese fue el caso de Juan Diego Criado, quien a las 3:00 de la madrugada de ayer, fue víctima mortal de un artefacto explosivo.
El joven, según una fuente judicial, estaba disfrutando en compañía de tres amigos en una bahía cerca de una Institución Prestadora de Servicios (IPS) en el barrio El Martinete de Ocaña, hasta que un desconocido, que iba a pie, lanzó un explosivo, al parecer, contra la IPS, con la mala fortuna de afectar a todos los jóvenes, pero de forma más grave, a Juan Diego por la ola expansiva.
Varios locales de esa zona comercial, resultaron dañados por la explosión, e inmediatamente se avisó a la Policía. El equipo de seguridad de dicha IPS, también hizo presencia en el lugar de los hechos momentos después, para ayudar a las autoridades con información proveniente de sus cámaras de seguridad.
Juan Diego fue auxiliado y remitido a la sección de urgencias en el Hospital de Ocaña, sin embargo, pese a luchar arduamente por su vida, falleció horas más tarde, pues sus heridas fueron muy graves.
Luego se creó un consejo de seguridad para generar estrategias que “devuelvan la tranquilidad a los habitantes de Ocaña”, señaló Samir Casadiego, alcalde de la población.
Según las investigaciones judiciales, se presume que el atentado estaba dirigido a algún local comercial que estaba siendo extorsionado por algún grupo criminal, y no había entregado el dinero a tiempo.
La IPS, en un comunicado de prensa, afirmó que no estaban siendo objeto de extorsiones o amenazas que conllevaran a tan trágico desenlace contra su estructura física.
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El coronel Carlos Martínez, comandante del Departamento de Norte de Santander, rechazó el acto que catalogó de terrorista, expresó sus condolencias con la familia, y explicó que se darán hasta 20 millones de pesos a las personas que otorguen información fehaciente para dar con los responsables.
Una zona insegura que crece
Las pérdidas de vidas civiles, a causa de los enfrentamientos entre las autoridades y los grupos criminales, también afectaron el martes pasado a San Calixto, donde protestaron pacíficamente para erradicar la violencia del casco urbano.
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Con globos blancos, cintas de color morado, en señal de luto, y pancartas con mensajes pidiendo la exclusión del conflicto armado, los habitantes protestaron en medio del rechazo por la muerte de Salustriana Martínez, la mamá del exalcalde de este municipio, quien recibió seis impactos de bala, la noche del lunes, en un hostigamiento a la Policía.
Los niños sostenían los mensajes de las pancartas, mientras acompañaban la oración y las peticiones de paz de los residentes, frente a las instalaciones de la estación de Policía, donde constantemente son atacados los uniformados que prestan su servicio en esta población del Catatumbo.
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