A mano armada, con amenazas e intimidaciones, los delincuentes hacen de las suyas en Cúcuta, acabando con la tranquilidad y la paz en los hogares de la capital nortesantandereana.

Eso ocasiona que cada día, quienes deseen salir a la calle, primero se asomen a su puerta y prevengan cualquier hecho de inseguridad, pues parece de nunca acabar y los delincuentes quieren encargarse de mantener entre sus sombras a la comunidad que día a día lucha para ‘salir adelante’.

Y una clara muestra de eso se da en Doña Nidia, un barrio con 48 años de fundación, donde la inseguridad está tan alta, que la comunidad ruega porque la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) haga algo para frenar a la delincuencia.

“Es muy complejo cuando en la mañana salen los  niños y los papás con rumbo al colegio y que por el camino se vean afectados por la delincuencia”, aseguró un habitante del sector.

Es por esto que, según Marisela Carrillo, presidenta de Junta de Acción Comunal (JAC), la solicitud de su comunidad por resguardarse y evitar ser víctimas de la delincuencia, han implementado la propuesta de frentes de seguridad, de los cuales solo uno fue legalizado.

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Este grupo reúne a varios habitantes del sector para que estén pendientes de su manzana o calle.

Estrategias de seguridad

Asimismo, han buscando más estrategias como una cámara de seguridad y botones de pánico, aprobados en diciembre por la administración municipal de Jairo Yáñez, pero que aún no ha pasado nada.

La comunidad y su lideresa comunal piden que se dé un mayor acercamiento con la Policía, pues una cámara de seguridad no es suficiente para brindarle protección y seguridad a todo el barrio, que consta de más de 9.000 habitantes.

“La seguridad es un tema complejo de manejar, pero estamos haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para darle tranquilidad a nuestra comunidad”, agregó la representante de este sector de la ciudadela Juan Atalaya.

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Y precisamente, los delincuentes se estarían provechando a cualquier hora del día, para hacer de las suyas y con armas de fuego y cuchillos amedrentan a las personas y las despojan de sus pertenencias.

‘La debilidad’

Pese a que la comunidad está motivada y buscando soluciones, han analizado que hace falta más personal de Policía para hacer los patrullajes por el sector y que así garanticen la seguridad que puedan estar en total tranquilidad.

“Ojalá esto no se vuelva un bolsillo roto, que se actúe y se ejecute un ‘Plan candado’ cuando sea necesario, para que sea efectiva la tranquilidad en el sector y la reacción rápida de la Policía”, añadió la lideresa comunal.

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