Junior Alfredo Rosales González no se salvó del ‘canazo’ y tendrá que responder penalmente por el vil asesinato de César Belén Sánchez Melo, ocurrido la mañana del lunes, en Villa del Rosario.

La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) trabajó incansablemente y en menos de 24 horas recopiló las pruebas suficientes y certeras para demostrar que Rosales González sí mató a César Sánchez por robarle su bicicleta cuando se movilizaba por el sector La Primavera, del municipio histórico.

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Y es que Junior Alfredo fue aprehendido por una patrulla de la Policía Metropolitana (Mecuc) 12 horas después del homicidio, pero solo lo podían procesar judicialmente por una pequeña cantidad de droga que le encontraron y no por el homicidio, porque la detención no se dio en flagrancia y tampoco le habían sacado una orden de captura, como lo ordena la ley.

Ante eso, la Fiscalía le ordenó a la Brinho agilizar las pesquisas y la recolección del material probatorio para que el detenido pagara por lo ocurrido con Sánchez Melo, ya que estaba en manos de la justicia. 

Y fue así como luego de analizar los videos de varias cámaras de seguridad y la recolección de testimonios de algunos testigos, el ente investigador logró que un juez avalara la orden de captura, que hicieron efectiva la tarde del martes, luego de la audiencia concentrada que le adelantaron a Junior Alfredo Rosales por fabricación, tráfico y porte de estupefacientes, pero que por la poca droga que le encontraron fue dejado en libertad.

Un grupo de investigadores esperó a que Junior Rosales saliera del Búnker de la Fiscalía, donde permaneció menos de 24 horas, y al llegar a la esquina lo recapturó, pero esta vez fue por homicidio agravado y hurto calificado.

El hombre regresó al calabozo y la mañana de ayer, la Fiscalía 16 de vida lo presentó ante el juez Primero Promiscuo Municipal de Villa del Rosario, logrando que le dictaran medida de aseguramiento en centro carcelario, a pesar de que no aceptara los cargos. El material probatorio que mostró el ente acusador fue contundente.

"Este hecho tan lamentable no puede quedar impune y fue por eso que los investigadores trabajaron ágilmente para poder procesar penalmente a esta persona por el homicidio del señor que iba en una bicicleta y que lo mató precisamente por robarle su vehículo de transporte", señaló una fuente judicial cercana a la investigación.

El asesinato y la captura

En los videos que están en manos de la Fiscalía, se observa que César Sánchez Melo venía en su bicicleta, cuando Junior Rosales González, quien está en el andén con un tubo en las manos, lo golpeó fuertemente en la cabeza, provocando que la víctima, de 39 años, se cayera al pavimento.

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En ese momento Junior Alfredo agarró la cicla, se subió y sin importarle nada, se marchó tranquilamente, mientras que Sánchez Melo quedó agonizante en el piso. El hecho quedó registrado a las 6:08, de la mañana, del lunes.

Familiares de la víctima contaron que César Sánchez fue asesinado cuando iba rumbo a Los Patios, donde tendría una entrevista de trabajo en una obra de construcción, pues desde hacía cuatro meses no laboraba y no tenía cómo mantener económicamente a su esposa.

“Él se alistó y agarró una ropa, diciéndome: ‘mija, yo me voy ya para ver si empiezo a trabajar hoy (el lunes) mismo para tener para su comidita’, porque ya tenía cuatro meses sin trabajar. Entonces yo se lo encomendé a la Santísima Trinidad para que me lo protegiera y mire lo que le pasó”, contó la esposa de la víctima.

Minutos después de registrarse el ataque contra el obrero de construcción, varias personas que transitaban por ese sitio y vieron que César Sánchez aún tenía señales de vida, le avisaron a la Policía Metropolitana (Mecuc) y luego lo trasladaron a un centro asistencial, donde finalmente murió.

A partir de ahí, las autoridades iniciaron las pesquisas, logrando establecer que Junior Rosales, quien es conocido por esa zona, porque supuestamente es consumidor de drogas, sería el responsable del vil crimen.

Unidades de policía de vigilancia e investigadores de la Brinho comenzaron a recopilar todo el material probatorio y a consultar sus fuentes para saber dónde podrían ubicar al presunto homicida y fue así como, hacia las 5:30 p. m., de ese mismo día, lo encontraron cerca de donde se dio el hecho, pero ya no tenía la bicicleta en sus manos.

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Al requisar a Rosales González le hallaron una pequeña dosis de droga, por lo que fue detenido, pero de la cicla nadie sabía nada, solo hasta después de unos minutos, las autoridades conocieron que él la tenía guardada, porque la pretendía vender para comprar más alucinógenos. El hombre quedó a disposición de la Fiscalía.

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