Ayer, en el municipio Casigua El Cubo, del estado Zulia, en Venezuela, les dieron el último adiós a los hermanos Lester y Betzabé Márquez Rangel, de 4 y un año medio, respectivamente, quienes murieron ahogados en el corregimiento La Cecilia, en Teorama.
Una caravana de motorizados y carros acompañó los féretros de los dos pequeños hasta el cementerio donde sus papás los sepultaron, en medio del llanto y el dolor de esta tragedia que comenzaron a vivir desde el pasado martes, cuando fueron arrastrados por la quebrada Las Ánimas.
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Los papás de los niños se salvaron de morir porque se alcanzaron a agarrar de algunas ramas de los árboles, pero los dos angelitos fueron arrastrados por el agua y solo hasta la tarde del jueves encontraron los cadáveres.
Tras tres días de búsqueda, con incansables jornadas de extensos recorridos desde el punto donde cayeron al agua, hasta seguir por gran parte del río Catatumbo, que desemboca en el Lago de Maracaibo.
El jueves, encontraron a Lester cerca del corregimiento La Gabarra, en Tibú. Algunas personas que se unieron a la búsqueda lo hallaron y de inmediato dieron aviso a los socorristas. Horas después, cerca de Filo el Gringo, de El Tarra, también por el río Catatumbo, apareció la bebé.
Una vez tuvieron los dos cuerpos, los padres y amigos se trasladaron hasta esos sitios y luego de recogerlos, los llevaron en los féretros hacia Casigua El Cubo, donde les dieron el último adiós.
El trágico día
La trágica historia se registró el pasado lunes en la noche, cuando los papás de los menores decidieron emprender un viaje en motocicleta hacia una finca, donde empezarían a trabajar y así les darían una mejor calidad de vida a sus pequeños hijos.
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Sin embargo, cuando Lester Manuel Márquez Casanova, de 26 años, y su pareja, María Milagros Álvarez Rangel, de 25, intentaban atravesar la quebrada con sus pertenencias y los dos niños, una creciente súbita los apartó de sus vidas.
La familia salió del municipio Jesús María Semprúm, del estado Zulia (Venezuela) con el fin de llegar a las entrañas del Catatumbo, donde tenía una oferta de trabajo en una de las parcelas que está ubicada cerca de donde ocurrió el lamentable suceso.
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