La violencia sin control sigue reinando en Puerto Santander. La muerte se resiste a salir de este municipio fronterizo, en donde el contrabando, el narcotráfico y la presencia de grupos armados ilegales son el común denominador para esta población del área metropolitana de Cúcuta.
Antes de las 7:00 de la noche del viernes, los uniformados de la Policía Metropolitana que están en esta población fueron alertados de que, nuevamente, el retumbar de las balas trajo consigo una macabra historia. En la vereda El Diamante fue asesinado de al menos cuatro disparos, Eliécer Jesús Perdomo Primera de 19 años.
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La víctima era reconocida en Puerto Santander, pues se dedicaba a vender churros. Precisamente, Perdomo fue visto horas antes de ser baleado, trabajando vendiendo en los alrededores del parque.
El crimen ocurrió en un lugar que colinda con el río Grita y que fácilmente comunica con el territorio venezolano, justo de donde era oriundo Eliécer Jesús.
El rumor del asesinato llegó a los oídos de su papá, por un vecino que se percató del hecho, por lo que de inmediato el familiar arribó al sitio que le indicaron y allí encontró sin vida a su ser querido, y en medio de gestos de dolor, alertó a los policías de Puerto Santander.
Una funeraria se encargó del levantamiento y de trasladar el cuerpo al Instituto de Medicina Legal en Cúcuta, para que se cumplieran los trámites forenses de rigor.
Según se conoció, los familiares de la víctima aseguraron que desconocían de algún problema o amenaza contra su ser querido que pudiera desencadenar en el crimen.
La zona donde ocurrió el hecho es disputada por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), con el fin de dominar el territorio y así poder llenar sus arcas a través del narcotráfico y el contrabando, además del cobro de extorsiones.
La frontera con Venezuela desde Puerto Santander concentra a estas estructuras ilegales que han impuesto terror y desesperanza en los últimos años. Allí, los disparos traen el presagio de hechos que manchan de sangre a este municipio. Sin embargo, para la mayoría de los habitantes se ha convertido en algo común presenciar los asesinatos y hasta se han acostumbrado a convivir con el peligro y la muerte a sus alrededores.
El rastro de la muerte
Entre las muertes más recientes en este municipio está la ocurrida la tarde del 5 de noviembre, cuando Luis David Moncada Mendoza y Andri Manuel Soto Blanco, quienes se movilizaban en una motocicleta por la vereda El Dave, de Puerto Santander, fueron atacados a balazos por desconocidos.
El 25 de octubre, Deyvis Alexander Girón Peña de 35 años y Cristofer Johan Álvarez Silva, de 24, fueron acribillados a disparos de fusil por un grupo de al menos diez hombres que ingresó a una vivienda de la invasión Nuevo Mundo y disparó contra las víctimas, cuando estaban en la celebración de unos quince años.
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