Carlos Alejandro Orasma Palacios recorrió bastante distancia geográfica a pesar de su corta vida. El joven de 20 años, oriundo de San Juan de Los Morros, en el estado Guárico (Venezuela), se trasladó a Cúcuta en busca de nuevas oportunidades, pero su existencia fue violentamente interrumpida a disparos.
También: Asesinaron a la mamá, hirieron al papá y le dispararon al hijo: tragedia en la vereda Patillales de Cúcuta
Por lo menos, una decena escucharon los residentes del barrio Cuberos Niño en la noche del pasado martes, 23 de septiembre, que provenían específicamente de la calle 28 con avenida 10, en la entrada a una pequeña callejuela sin salida.
Fue aproximadamente a las 7:10 p.m. que Orasma, quien se hacía llamar el Llanero, llegó en un taxi hasta este punto, conocido popularmente como la Curva Pelelojo. Tras descender del vehículo y caminar un par de calles hasta un sector oscuro, le llegó la muerte.
Nadie sabe qué iba buscando el Llanero, pero lo cierto es que en el sitio fue interceptado por dos sujetos a bordo de una motocicleta, que le dispararon en repetidas oportunidades para dejarlo tendido en el suelo, protagonizando una macabra escena.
Le podría interesar: Macabro crimen: lo asesinaron, decapitaron y abandonaron en un costal en las escaleras del barrio Los Alpes de Cúcuta
La mitad de su cuerpo quedó sobre el andén, su cabeza sobre el asfalto de la vía pública, que quedó teñida de rojo por el gran charco de sangre que empezó a brotar de las heridas. Según residentes de la zona, luego de los disparos prosiguió el motor del vehículo alejándose.
Al asomarse vieron el cadáver, sin rastro de los asesinos. Enseguida, alertaron a las autoridades, quienes arribaron para encontrar al grupo de vecinos tratando de identificar a la víctima, su rostro quedó seriamente afectado por las heridas, pero aún así, manifestaron no reconocer de quién se trataba.
La Policía acordonó la escena para que la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) iniciara las inspecciones al cuerpo y a la escena del crimen, encontrando los documentos de identidad del sujeto, estableciendo que se trataba de Orasma.
Las labores de vecindario lograron recapitular poca información de testigos, en un intento de establecer quiénes pudieran estar detrás del hecho, y de igual forma, qué móviles hay detrás del caso que sacudió la noche.
Lea aquí: Encuentran cadáver dentro de un costal en el barrio Los Alpes, de Cúcuta
¿Fue citado?
Aunque la información aún es preliminar, la principal hipótesis de las autoridades apunta a que el joven fue citado a este punto de la ciudad con motivos que deberán ser esclarecidos por la investigación pertinente.
Otra versión apuntaría a que una banda criminal pueda estar detrás del crimen, pues este hecho sacude la Comuna 10, territorio que es reconocido por ser controlado por el grupo delincuencial Los Menores, dedicados al tráfico de estupefacientes y homicidios.
Esta zona es además cercana a la reconocida cancha del Burro, un punto neurálgico en el consumo de alucinógenos, que en horas de la noche ha protagonizado numerosos casos de violencia.
Además: ¿Fue su yerno? Taxista fue asesinado a disparos en una fiesta en Ocaña
Venía del llano
Múltiples promesas de algún día regresar a su tierra quedaron rotas por el hecho, la noticia, impulsada por las redes sociales, rápidamente rompió fronteras y llegó hasta San Juan de Los Morros, donde aquellos amigos que vieron crecer a Carlos reaccionaron con dolor ante lo sucedido.
“No tengo corazón para explicar todas las palabras que tengo guardadas. Todo el que me conoce sabe cuánto te adoraba mi bandido, cuando te aconsejaba que te cuidaras, eras mi hermanito”, comentó por redes sociales la mejor amiga de la víctima.
Según comentaron otros amigos, Carlos les había comentado numerosas veces su deseo de regresar a casa, mismo que nunca podrá ser completado por este violento hecho de sangre que enluta a una familia a más de 800 kilómetros de distancia.
Entérese: Ondulaciones en la pista del aeropuerto Camilo Daza de Cúcuta generan alertas de seguridad aérea
Zona de violencia
Este es el segundo homicidio en este mismo punto de la ciudad en lo que va del año, pues el pasado 5 de abril en esa misma calle fue asesinado José Gregorio Prado, un presunto expendedor de drogas, quien habría sido asesinado en medio de una disputa territorial.
El sujeto murió de forma similar a Carlos, pues fue interceptado por dos motociclistas que le propinaron seis disparos, causándole la muerte en el acto.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion