Cuando se afeitaba la barba hacía monerías y provocaba risas a su mamá y a su tía, mientras bailaba de un lado al otro escuchando música. Esos serán algunos de los recuerdos que permanecerán para siempre en la mente de los familiares de Miguel Ángel Camacho Gómez, quien fue asesinado la madrugada de ayer en el barrio Santander.
“Trabajaba haciendo mandados en su moto. Reparaba y limpiaba aires acondicionados. No sabemos con certeza qué fue lo que ocurrió con nuestro sobrino”, contó una tía de la víctima.
Camacho Gómez, de 30 años, escuchaba a través de un audífono que le fue adaptado debido a una discapacidad auditiva. Su familia aseguró que era un hombre bueno de quien no tenían quejas de problemas o amenazas.
La muerte
Durante la tarde del sábado, Miguel Ángel estuvo lavando carros al lado de su casa y tomando unas cervezas.
“Él era muy alegre. Puso su radio mientras lavaba. Luego estuvo compartiendo con sus amigos toda la noche. Cuando lo vieron tomando le quitaron las llaves, pero nadie supo en qué momento prendió la moto y se fue”, añadió la familiar.
Según el relato, Miguel Ángel se percató de que no tenía su celular en el bolsillo y decidió irse. Eran las 2:00 de la madrugada, cuando el hombre salió de su casa en el barrio Santander y media hora después le avisaron a la familia que había sido atacado a bala, en la calle 26 con avenida 23A.
El hombre tenía dos impactos, uno a la altura de la cara y otro en el tórax.
Para las autoridades, lo extraño es que en el lugar nadie dio razón sobre cómo ocurrió el hecho. La moto apareció junto a él, pero su celular no.
A las 2:30 a. m. la Policía Metropolitana de Cúcuta fue reportada de que en plena vía había una persona tendida. Una vez en el sitio, la víctima fue trasladada a la Unidad Básica Loma de Bolívar, pero luego fue remitida a la Clínica San José, donde finalmente falleció.
“Hemos verificado y nadie nos reportó detalles de qué pasó o las características de quién habría propinado los disparos. Además, la familia argumenta que no tenía amenazas. Por eso, estamos haciendo las averiguaciones para esclarecer este hecho”, dijo una fuente judicial.
Más de la víctima
Miguel Ángel era soltero, no tenía hijos y era el menor de cuatro hermanos.
“Era un muchacho muy colaborador. Todos acá estamos sorprendidos con lo ocurrido. Yo le pedí que me arreglara una máquina lavadora y le dije que preguntara por el repuesto que luego le daba el dinero y estaba feliz, emocionado, como casi siempre lo veíamos”, contó otro allegado.
La tía recordó que mientras Miguel Ángel se afeitaba por pedazos la llamaba y le preguntaba “que si se quedaba bien así, afeitado por partes, pero era solo para hacernos reír”, finalizó.