¿Todo estaba planeado? Esa es la pregunta que quedó rondando en el aire tras el ataque armado del que fue víctima el patrullero de la Policía Andrés David Padilla Mejía, la noche del Sábado Santo, en pleno casco urbano del municipio de Lourdes.
La manera en la que ocurrió todo, sumado a ciertos detalles clave, dejan ver que no se trató de una acción al azar.
Al contrario, todo apunta a que fue un plan meticulosamente ejecutado, con la clara intención de asesinar a un uniformado y, de paso, infundir miedo en la población.
Y es que fue justo en medio de una actividad religiosa que ocurrió el crimen. El momento elegido, el lugar, la manera en la que actuaron los sicarios y hasta la posición en la que se encontraba el patrullero en la vía, indican que los asesinos sabían perfectamente lo que hacían. Nada fue improvisado.
Le puede interesar: Cayó padrino que abusaría sexualmente de su ahijada desde los 6 años en Pamplona
En una procesión
A pesar de que llovía sobre las 8:00 de la noche, decenas de feligreses se congregaron en el barrio El Rocío para participar en la ceremonia de ‘la bendición de la luz’, uno de los actos más representativos de la Semana Santa en Lourdes.
La comunidad, fiel a sus tradiciones, no dejó que la lluvia empañara la jornada religiosa. Como todos los años, se preparaban para salir en procesión rumbo a la iglesia, con velas encendidas y en completo silencio, cuando el estruendo de los disparos interrumpió la paz.
Testigos aseguran que minutos antes del ataque, dos hombres a bordo de una motocicleta ya rondaban el sector.
Daban vueltas como si buscaran algo, o como si estuvieran esperando una señal para actuar. Lo curioso fue que, justo en el momento del ataque, un camión estaba atravesado en la calle, bloqueando la visibilidad de quienes estaban del otro lado. Detrás de ese vehículo, según los testigos, se detuvo la moto.
A pocos metros de allí, el patrullero Andrés Padilla, de 28 años, oriundo de Cotorra (Córdoba), cumplía su labor de vigilancia.
Uno de los hombres descendió de la motocicleta y, sin levantar sospechas, se acercó al uniformado.
En cuestión de segundos le disparó a quemarropa varias veces y luego huyó con su cómplice por las mismas calles oscuras por donde habían llegado.
El pánico fue inmediato. Las personas corrieron desesperadas, algunas con niños en brazos, otras con las velas todavía encendidas. No sabían si se trataba de un atentado mayor o si vendrían más disparos. Lo que sí sabían es que uno de los suyos estaba herido.
Varios ciudadanos trataron de ayudar a Padilla. Lo subieron a un vehículo particular y lo llevaron al puesto de salud del municipio. Media hora más tarde, fue remitido en una ambulancia hasta Gramalote, donde lamentablemente falleció.
Más noticias: Dos meses después falleció la otra hermana herida en medio de enfrentamientos en zona rural de Tibú
Ya estaría anunciado
Lo más inquietante del caso es que este tipo de ataque ya había sido advertido. En días previos, se escucharon versiones sobre posibles retaliaciones por parte del Eln, debido a recientes enfrentamientos con el Ejército Nacional en zona rural.
Sin embargo, en Lourdes, un municipio considerado tranquilo, nunca se había presentado una acción de este tipo.
Pese a los rumores, la estación de Policía local cuenta con pocos efectivos y no tiene apoyo constante del Ejército. Incluso después del atentado, no hubo refuerzo inmediato en la seguridad.
“Aquí todo el mundo se confía porque nunca pasa nada. Los policías que mandan son nuevos, sin experiencia, y no tienen el respaldo que deberían”, aseguró un habitante.
Varios residentes manifestaron su preocupación. Sienten que el municipio ha quedado expuesto, y que si no hay acciones contundentes, este tipo de hechos podrían repetirse.
Lourdes pasó, en cuestión de minutos, de ser un pueblo apacible a ser escenario de un crimen que sacudió su alma religiosa.
Lea también: Autoridades ofrecen millonaria recompensa para dar con los responsables del ataque a un policía en Lourdes
Millonaria recompensa
El director de la Policía Nacional, general Carlos Triana, repudió el asesinato del patrullero Padilla. “Toda nuestra solidaridad con su familia. No vamos a descansar hasta dar con los asesinos. Ya conformamos un equipo especial de investigación criminal”, escribió en su cuenta de X.
Además, anunció una recompensa de hasta cien millones de pesos por información que permita identificar y capturar a los responsables del ataque. Las autoridades creen que el hecho fue planeado desde tiempo atrás y que detrás estaría el Ejército de Liberación Nacional.
Mientras tanto, en Lourdes, las velas de la procesión se apagaron con lágrimas. La Semana Santa, que siempre fue motivo de recogimiento, esta vez dejó una herida abierta. Una comunidad entera ahora exige respuestas, justicia y garantías para no volver a vivir algo parecido.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion