En Tibú se siguen presentado homicidios. El lunes se registraron dos asesinatos, uno se dio en el casco urbano y el otro en la zona rural.

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“Nos da miedo que los violentos poco a poco vuelvan a hacer de las suyas en el municipio. Se ha buscado que en Tibú haya tranquilidad. Esta situación nos inquieta”, aseguró un habitante de este municipio del Catatumbo, refiriéndose a estos recientes hechos violentos.

Una de las víctimas fue Albeiro Suescún Gélvez, a quien mataron a las 10:00 p. m., en el andén de un estanco, ubicado frente al parque principal de Tibú, mientras departía con unos amigos.

El ambiente de rumba, la música a alto volumen y el consumo de bebidas embriagantes en ese establecimiento se convirtió en momentos de pánico cuando un pistolero, que se desplazaba en una moto, llegó al frente del negocio, se bajó y caminó hacia la mesa en la que se encontraba la víctima y sus amigos.

El desconocido, al ver a su objetivo: Albeiro Suescún, le disparó en la cabeza, el cuello, la espalda, el abdomen y el pecho, dejándolo tirado en el piso, al lado de la silla plástica en la que estaba sentado.

En ese momento, la gente que estaba en el establecimiento salió corriendo y comenzó a gritar, a la vez que el asesino huyó del lugar en la motocicleta.

Los empleados de la funeraria San Miguel se encargaron de trasladar el cadáver hasta la estación de Policía de Tibú, donde le practicaron la inspección técnica y luego lo trajo a Medicina Legal, en Cúcuta.

Según versiones, la víctima y sus acompañantes llegaron al establecimiento hacia las 9:30 p. m., se hicieron en una de las mesas que estaba en la parte de afuera, pidieron unas cervezas y comenzaron a hablar tranquilamente.

“La situación en Tibú es muy difícil como para que haya testigos, las personas saben que ante estos casos lo mejor es guardar silencio, pero se ha logrado recolectar información para identificar al responsable y capturarlo”, indicó una fuente judicial.

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Lo mataron y dejaron un mensaje

El cuerpo sin vida de Robert José Romero Palmar fue descubierto hacia las 10:30 p. m., del lunes, en una zona boscosa del kilómetro 20 de la vía que lleva al corregimiento La Gabarra, zona rural de Tibú.

La víctima, que vestía un camibuso azul oscuro y un pantalón, recibió disparos en la cabeza, una pierna, el pecho, el antebrazo izquierdo, el abdomen y la espalda.

Se conoció que Robert José tenía las manos amarradas, un trapo en la cabeza y encima le dejaron un pedazo de cartón en el que decía: ‘por ladrón y delincuente’, así justificaron porque se cometió el crimen.

Los empleados de la funeraria San Miguel arribaron hasta el sitio y se llevaron el cuerpo al casco urbano de Tibú, donde se le realizó la inspección técnica y, luego, lo llevaron para la sede de Medicina Legal en la capital de Norte de Santander.

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